VALÈNCIA. El regreso a la competición del capitán del Villarreal, Bruno Soriano, se mantiene como una incógnita tras diez meses lesionado en la rodilla, ya que disputó su último encuentro con el equipo el 21 de mayo de 2017 en Mestalla ante el Valencia (1-3) en la jornada final de la pasada Liga.

Tras acabar el campeonato, el centrocampista de Artana (Castellón) decidió pasar por el quirófano con la intención de solventar las molestias que sufría en su rodilla izquierda y que le habían obligado a jugar infiltrado en algunos choques.

El futbolista, de 33 años, se sometió a una extirpación de osteofito en tuberosidad, pero cuando trató de reincorporarse al grupo, los problemas no habían remitido.

Por ello, el futbolista se ha encomendado al médico vitoriano Mikel Sánchez, especialista en la cirugía artroscópica, para tratar de resolver sus problemas.

Ante el estancamiento en el proceso de recuperación, el club decidió fichar en el último mercado de invierno al asturiano Javi Fuego, procedente del Espanyol, para aliviar la ausencia que se había convertido en indefinida del capitán del equipo.

Soriano se acerca cada vez más al grupo de jugadores del club que han permanecido un año apartados de la competición como consecuencia de diferentes lesiones o problemas físicos, tal y como ocurrió en su día con el italiano Giuseppe Rossi, actualmente en el Génova, o con el ruso Denis Cheryshev, que milita en el Villarreal.