ELCHE. Elche y Almería estrenan su casillero de puntos. 

Franjiverdes y rojiblancos empatan a un gol su choque correspondiente a la jornada 2 en LaLiga Santander, un duelo muy bonito para el espectador, plagado de alternativas en ambas áreas. 

El Almería se adelantaba en el marcador en el minuto 22, en un saque de esquina botado por Robertone y convertido en gol por Umar Sadiq con un remate de cabeza cruzado, tras comerle la tostada a Pol Lirola en el segundo palo. Sin embargo, solo siete minutos después, el Elche restablecía las tablas por mediación de Álex Collado, el mejor de los de Francisco Rodríguez este lunes, que batía a Fernando Martín con el disparo ajustado al palo con el que decidía cerrar una acción personal. 

El meta murciano del Almería y su homólogo en la portería contraria, el barcelonés Edgar Badía, fueron los grandes protagonistas de un segundo acto en el que ambos conjuntos persiguieron con decisión el segundo gol, pero no lo consiguieron precisamente porque ambos guardametas estuvieron a un grandísimo nivel.

Lirola y Collado debutan

Con un 1-4-4-2 en el que Badía estaba esta vez escoltado por una zaga formada por Pedro Bigas y Enzo Roco en el eje y Pol Lirola y Johan Mojica en los costados bandas, la habitual sala de máquinas con Gumbau y Mascarell a los mandos, Álex Collado y 'Tete' Morente en las bandas (el segundo en la izquierda, a pierna cambiada, tratando de sorprender a la tan poblada como parcheada defensa rojiblanca, en lo que a su flanco derecho se refería) y una pareja de delanteros integrada por Roger Martí y Ezequiel Ponce arrancaba el Elche un duelo en cuyo primer tiempo fue superior a su rival con el balón y en ambas áreas, pero se vio sorprendido por su rival en el minuto 22: en un saque de esquina botado por Robertone, el delantero nigeriano Sadiq le comía la tostada a Pol Lirola en el segundo palo y adelantaba al Almería de de Joan Francesc Ferrer Sicilia 'Rubi'.

No obstante el contratiempo mayúsculo, el Elche se mantuvo fiel a su apuesta por el juego elaborado con Collado como principal exponente, viéndose correspondido por el fútbol a los 7 minutos: después de que 'Tete' Morente obligara a Fernando a emplearse a fondo para evitar el tanto franjiverde, Álex Collado batía al meta murciano con el disparo ajustado al palo con el que decidía cerrar una acción personal iniciada en el costado contrario al de Morente. En la jugada del empate, el futbolista cedido por el Barça se apoyaba en Roger Martí, quien en el minuto 37 iba a estar precisamente muy cerca de conseguir el segundo para los suyos a la contra, al forzar a Rodrigo Ely a asumir muchos riesgos para cortar su centro (en su afán por conjurar el peligro, el central ítalo-brasileño del Almería estuvo a punto de alojar el esférico en el interior de su portería). 

La ocasiones se suceden en el segundo tiempo

Sin cambios iniciaban ambos conjuntos un segundo acto en el que las alternativas en las dos áreas se multiplicaron, convirtiéndose los porteros en protagonistas: si Fernando Martínez resultaba providencial para evitar que primero Collado (al aprovechar un grave error de los rojiblancos en la salida del balón) y después 'Tete' Morente (a la salida de un saque de equina botado por Gumbau) hicieran el segundo para el Elche, Edgar Badía no se quedaba atrás en sendos disparos desde la frontal de Ramazani y, especialmente, en otro peligroso córner de Robertone en el que Babic, excesivamente suelto, remataba en boca de gol pero el meta barcelonés conseguía desviar el esférico por encima del travesaño.

El Almería mantenía su defensa de cinco hombres y, como en el primer tiempo, seguía apostando fundamentalmente por el juego directo, pero en la segunda mitad ganó cuota de protagonismo con el balón.

Superada la hora de juego, era Francisco el primero en mover el banquillo con el concurso de Lucas Boyé por Ezequiel Ponce, un movimiento al que respondía Rubi con la sustitución de Robertone por Leo Baptistao, mediapunta hispano-brasileño que era la gran novedad en la convocatoria del Almería (el conjunto del jeque Turki Al Sheikh mantenía sus problemas con el límite salarial) y que en en el primer balón estaba a punto de marcar, toda vez que Badía salvaba otra vez a los suyos.