VALÈNCIA. Ya ha pasado el mal trago. Al menos, el partido más duro en cuanto a bajas de la 'era Calleja' en el Levante. El cúmulo de lesiones musculares atrapadas en poco más de una semana obligaron el técnico granota a buscar parches por segunda vez en la temporada. Si Calleja ya tiró de Róber Pier para parchear el centro del campo por las bajas por sanción frente al Granada, ante el Lugo reclutó a Iborra para la defensa por el pelotón en enfermería. Y en ambos casos el movimiento de piezas fue óptimo. En las dos citas el Levante salió victorioso, fiable y crecido ante la adversidad para regresar con más efectivos una semana después. 

Es el caso de la próxima salida a Huesca. Al menos esa es la intención. Álex Muñoz prevé liderar la 'operación retorno' y estar listo en El Alcoraz tras superar aparentemente su lesión de adductor en el muslo izquierdo. El alicantino entrenó en la sesión regenerativa del lunes y, tras el descanso de este martes, podrá estar 'ok' este miércoles para iniciar la preparación del próximo duelo. Las sensaciones del ex del Hércules determinarán a qué ritmo puede aterrizar en territorio aragonés y si lo hace o no entre algodones.