VALENCIA. El Valencia perdió ante el Real Madrid en su visita al Santiago Bernabéu tras regalar la primera parte y en un partido claramente condicionado por el colegiado, Fernández Borbalán.
Los colaboradores de Plaza Deportiva muestran su visión del encuentro.
JOSÉ MARÍA PERIS
Vamos a hacer un ejercicio de abstracción. Vamos a imaginar que ayer estábamos jugándonos algo más que un posible maletín. En esas podemos decir que el Valencia mostró una imagen correcta y que, sin casi hacer nada, pudo sacar algo positivo en el Bernabéu si no hubiera sido por el árbitro, que es cuota que hay que pagar cada vez que se pisa ese campo. Y se pudo rascar algo con fases de trote cochinero, tónica habitual en esta temporada. Y estaríamos ciscándonos en los jugadores, en su apatía y en el árbitro, por supuesto. Pero incluso en este tipo de escenarios, donde los jugadores muestran su ego con el fin de exhibirse por aquello de los focos mediáticos, no estuvieron al nivel deseado por los aficionados, que solo deseaban amargarles cualquier descorche de cava que se pudiera tener. Esa es la carencia habitual de toda la temporada y el soniquete de jugadores con calidad (no todos, ojo) pero intermitentes ya retumba por exceso en los oídos del aficionado. Pronto llegará el momento de extraer conclusiones. Que ustedes tendrán las suyas, yo las mías, Suso las suyas y Lim las suyas. Y quizá no coincidan ninguna de ellas. De hecho, no nos ponemos de acuerdo en si Cheryshev debe o no debe hacerse una foto con un colega al acabar el partido. Así que, recibamos a la Real y a otra cosa. Que ya nos toca.
VICENTE BAU
'CHORIZACITA'
Bernabéu. El Madrid con la Liga en juego... el Valencia sin nada en juego. A priori el equipo local era claro favorito en mis pronósticos. Ahora bien, no había contado con el árbitro. El gol de Benzema fue una vergüenza para el mundo del fútbol. Un fuera de juego clarísimo que indicó hasta el propio linier. Pero no. El Valencia jugaba en Madrid ante un equipo que está agotando sus opciones de ser campeón y eso implica que el árbitro se de un festín parcial de esos que marcan una época. Hace años hubiera considerado el partido de ayer como una 'chorizada' más en casa del Real Madrid. Pero hoy ya no. Hoy simplemente me quedo con la misma impresión del árbitro de toda la vida -madridismo- pero con la sensación de que este Valencia tenía que haber dicho mucho más en esta Liga. Y eso no ha sucedido.
JOSEP LIZONDO
En mi tele se vió a un equipo de blanco que iba andando y que cuando apretó un poquito desmontó a un Valencia que saltó al terreno de juego a iniciar las vacaciones y confirmar la peor temporada que se le recuerda en 20 años. Es un partido engañabobos, donde el aparente dominio está provocado por un Real Madrid pasivo que te ha dejado jugar cuando ha querido. Y eso lo ha aprovechado muy bien el Valencia para quitarse de encima unas cuantas críticas tuiteras y desprenderse de la negror de la primera mitad. Un dominio estéril que ha sacado a relucir la ineptitud de este grupo, dejando escapar claras ocasiones de peligro por querer triangular en situaciones que requerían remates a puerta vacía. Pero no vayamos a criticarlo todo, hombre. Hoy Parejo siguió en su línea de jugador liberado, tirando del carro y dando una clase magistral. Mina confirmó su regreso de las tinieblas y hubo unos instantes donde Casilla truncó el despertar de un grupo dormido. En definitiva, lo único que quedó claro en la tarde del domingo es que lo que más necesita el Valencia para el año próximo es un buen entrenador y no más experimentos. Bronco y copero, my friend, bronco y copero o muerte.
