MURCIA. Carlos Alcaraz Garfia, quien aún no está en semifinales de las Nitto ATP Finals pese a haber ganado los dos partidos que lleva disputados en esta edición del torneo que se celebra en la ciudad italiana de Turín, superó una asignatura pendiente que tenía en sus primeros años como profesional y el final de cada curso dejó de atragantársele.

Alcaraz, quien venció al australiano Alex de Miñaur por 7-6 (5) y 6-2 y al estadounidense Taylor Fritz en este caso remontando por 6-7 (2), 7-5 y 6-3, se enfrentará este jueves a las ocho y media de la tarde al italiano Lorenzo Musetti en un partido en el que buscará el pase a las semis y también asegurarse cerrar el año con el número 1 de la ATP que ahora ocupa.

El joven tenista murciano, de 22 años, irá a por otro triunfo que le permita alcanzar ese hito, acabar 2025 en lo más alto de la clasificación internacional pase lo que pase a continuación en el torneo.

Para esto otra posibilidad es que el italiano Jannik Sinner perdiera este miércoles contra el alemán Alexander Zverev y, también en ese caso, el liderato sería para el de El Palmar incluso cayendo frente a Musetti.

Sólo falta rematar un curso en el que el pupilo de Juan Carlos Ferrero y Samuel López lleva ya conquistados ocho títulos, incluyendo los Grand Slam de Roland Garros y Estados Unidos, y busca el noveno.

Atrás quedaron los finales de campaña algo discretos para este chico que obviamente ha madurado y ya no es ese adolescente que apuntaba alto. La realidad absoluta que ya es está consolidada en la súper élite del tenis y esa condición la exhibe desde enero y hasta diciembre.

En 2021, tras el US Open, cuarto y último major que se disputa cada año, ganó cinco de los ocho encuentros con los que lo terminó aunque también es cierto que también se impuso en los cinco que afrontó en las Next Gen ATP Finals, torneo reservado para las mejores promesas del circuito.

En 2022 su bagaje después de conquistar en Nueva York el primero de los seis grandes que ya tiene en sus vitrinas fue un modesto 6-4 en los diez partidos finales de ese año histórico para Alcaraz.

2023 le deparó un desenlace parecido con un 7-5 de remate, lo cual hizo que se pronunciara de forma asidua esa frase de que las temporadas se le hacían largas.

Alcaraz se encargó de poner fin a ese tipo de comentarios en 2024 venciendo 15 de sus 19 choques tras el US Open en el que cayó en segunda ronda incluyendo los cinco con los que fue campeón en el ATP 500 de Pekín.

Ya este año, tras su paso por Flushing Meadows, acumula ocho triunfos en diez encuentros y se llevó el ATP 500 de Tokio.