MURCIA. La ruptura de Carlos Alcaraz Garfia con Juan Carlos Ferrero, quien fue su entrenador durante los últimos siete años -el técnico de Ontinyent pasó a dirigir al tenista de El Palmar cuando éste apenas tenía 15 primaveras-, no tiene ninguna causa concreta que haya sido hecha pública por los protagonistas aunque se apunta a Carlos Alcaraz González, padre del jugador número 1 del mundo, como culpable del fin de la relación. A ello el señalado sólo indica que "cada uno es libre de opinar con lo que sepa".

La persona más influyente en el actual líder de la ATP y que, a sus 22 años, es ya ganador de 24 títulos en el circuito, incluidos seis Grand Slam, no desveló incógnitas con respecto al motivo o los motivos que llevaron a su hijo a no renovar el contrato de Ferrero, quien guio al chico desde 2018 cuando era un proyecto de gran jugador al que aún le faltaban dos años para estrenarse al más alto nivel -lo hizo en febrero de 2020 en el ATP 500 de Río de Janeiro-.

Esta pareja con Carlos empuñando la raqueta y Juan Carlos aleccionándole día a día obtuvo grandes resultados -los referidos 24 entorchados con 280 partidos vencidos de 345 disputados- y también mucho dinero ganado -casi 49 millones de euros en premios por lo hecho en la pista, que dieron lugar también a una gran cantidad añadida por contratos de publicidad y la participación en exhibiciones millonarias-.

La decisión anunciada la pasada semana por los protagonistas de separar sus caminos sorprendió por producirse cuando Alcaraz está en la cima y su técnico, junto a Samuel López -segundo técnico del palmareño y que pasa a ser el primero- acababa de llevarse el premio a mejor entrenador del año en la ATP.

La relación parecía destinada a durar pero se rompió de un día a para otro y, obviamente, la rumorología se disparó aunque nadie del equipo ni del entorno más cercano de Alcaraz dio una explicación detallada.

El tenista dijo en redes sociales que lamentaba el final del trayecto y que le estaba muy agradecido al que había sido su mentor y éste se manifestó en términos similares aunque también añadió que le hubiera gustado seguir. Esa declaración hizo pensar que fue la parte de Carlos la que dio el paso y se publicó que la causa pudo tener que ver con los emolumentos que venía percibiendo y que quería seguir con su caché. El mismo Ferrero, en manifestaciones posteriores, comentó que había "ciertas cosas" en las que no estaban de acuerdo pero que ni siquiera se sentaron a hablar de ello y agregó "desde el entorno de Carlos" se pensó que lo mejor era dejarlo. Ese entorno apunta directamente al padre, que sería quien optó por el cambio de timón.

Murcia Plaza se puso en contacto con quien le inculcó su amor por el tenis al que ahora es el número 1, algo normal teniendo en cuenta que él también practicó este deporte y es entrenador desde hace más de tres décadas -dirige la Carlos Alcaraz Academy-. Que Carlitos decidiera pasar más tiempo en casa y entrenar precisamente en la escuela que lleva su apellido renunciando a seguir en la Ferrero Tennis Academy, con sede en la localidad alicantina de Villena, también ha podido pesar en la decisión adoptada.

En todo caso, puesto que ni una ni otra parte dan con las claves exactas, al menos hasta ahora, las especulaciones siguen ahí y el cabeza de familia tampoco esclarece el caso. Invitado a defenderse de las acusaciones que pesan sobre él responde lanzando pelotas fuera, de derecha y de revés. "Cada uno es libre de opinar con lo que sepa", manifiesta y declina hacer más declaraciones sin mostrar resentimiento por lo que se ha ido publicando y que le pone en el foco de la polémica.