PEÑÍSCOLA (EFE/Javi Mata). El Servigroup Peñíscola es el líder y club revelación de la Liga Nacional de Fútbol Sala. Mira a los ojos al Barça, a Movistar y El Pozo. Su portero, Gus Pérez, de 45 años, ha puesto al equipo en el mapa al debutar con la selección española. Su modelo de gestión es singular. El club tiene una lavandería y una cafetería propias. Los jugadores consumen y activan así un perfil cooperativa. Las primas por premios: viajes en grupo a Punta Cana o a la Riviera Maya. El Peñíscola se ha reinventado económicamente. Lidera la competición tras un descenso e implantar un modelo económico familiar. Administra una lavandería y un club social con restaurante propio para hacer piña continua.
El gran momento deportivo del equipo castellonense ha tenido estos días un segundo foco apuntando a su portero Gus Pérez, que esta semana se ha estrenado con 45 años como internacional absoluto tras una dilatada carrera en la que ha militado en veintiún equipos diferentes. El portero toledano es uno de los jugadores a los que el Peñíscola ha conseguido atraer con un proyecto propio con el que esquivó la quiebra en 2020.
Manuel Sierra, notario de profesión y presidente de vocación, asegura que el Peñíscola es un grupo de amigos y un club que optimiza al máximo todos sus recursos. No le queda otra en una población de ocho mil habitantes. El club tiene ahora 900 socios y un presupuesto de 700.000 euros pero los efectos del covid-19 y de un descenso en la siguiente campaña, la 2020-21, pusieron al club en la cuerda floja. “Tras aquel descenso mantuvimos más o menos el equipo, pero no logramos ascender. Ese año me di cuenta que había que reinventar el club para poder ser competitivos y no sufrir”, explica Sierra a EFE.
No depender de las instituciones
Esa reinvención ha permitido no depender tanto del dinero de las instituciones. Actualmente solo el consistorio local colabora de manera directa con el club y se ha pasado de un 60% en ayudas a un 40%. La entidad tiene la intención de rebajar ese porcentaje si es posible. La segunda pata presupuestaria es la televisión. Los 170.000 que se ingresan por el convenio con la Federación son vitales. Completa el 'taburete' sobre el que se asienta el club un patrocinio potente de Servigroup y otras colaboraciones con empresas locales y de la provincia.

A partir de ahí, el ingenio. El club no puede pagar sueldos elevados pero aprovecha la condición de municipio turístico de Peñíscola para dar alojamiento a sus jugadores. En julio y agosto la población se multiplica y los precios de los alquileres se disparan pero de septiembre a junio hay mucho donde elegir y precios bajos. Además, el club ofrece manutención a sus jugadores. Ha montado un restaurante con cocinera propia en el club social que tiene en la sede. Todos ganan: el club hace algo de caja, los jugadores se despreocupan de desayunos, comidas y cenas y el cuerpo técnico se asegura de que comen bien porque se pactan sus menús con un dietista.
La novedad de la lavandería
Las horas de convivencia refuerzan al grupo y también pueden extenderlas en la lavandería. Es la novedad de esta temporada y allí los jugadores pueden lavar tanto su ropa de calle como la deportiva. El club cuenta con médico, fisios, técnicos y ayudantes pero con una estructura familiar y reducida. La guinda del proyecto son las primas por lograr objetivos. Al no poder disponer de dinero para dichos premios se hace un viaje de todo el grupo a final de temporada si se ha alcanzado la cota propuesta. Sierra explica que el año del descenso propuso a sus jugadores que si ascendían les pagaba un viaje a Punta Cana. Lo lograron y la temporada siguiente el destino fue la Riviera Maya.
“Esos viajes pueden ser de lo mejor que hemos hecho en el club. La amistad y compañerismo y relación entre todos, es para mí una de las claves de lo que estamos logrando”, afirma el presidente. ¿Puede el Peñíscola ganar la Liga? Su presidente afirma que con el presupuesto que tienen, no. El proyecto propio tiene límites deportivos, pero también confiesa que eso no se lo dice a sus jugadores. "Cosas más raras se han visto", desliza.