ALICANTE. El del domingo fue el peor partido en ataque del Hércules en lo que llevamos de curso y no solo porque fuera el primero en el que no lograba ver puerta, es que tardó 50 minutos en disparar entre los tres palos de la meta contraria y hasta el añadido no lo hizo por segunda vez (y única con peligro real).
De entrada, Rubén Torrecilla apostó por defender en lugar de atacar... y es que el punto no era malo, teniendo en cuenta que el Europa era ya uno de los conjuntos más en forma del grupo (pese a ser un recién ascendido) y que el envite contra él se disputaba en su casa, sobre el verde artificial y de reducidas dimensiones del Nou Sardenya.
El entrenador placentino optó por ceder la iniciativa al rival y contrarrestarle con un centro del campo físico, echando mano de Carlos Mangada y César Moreno, de su 'vis' destructiva más que creativa (y de sus centímetros).
La idea sirvió para contener al Europa, hasta su técnico Ramón Gatell decidió volver a apostar por jugar por abajo: después de hacerlo en la primera mitad, pero haberse decantado por la opción del fútbol directo en el primer tramo del segundo acto, el Europa volvió a su primera versión y encontró el camino hacia la portería de Carlos Abad (el mejor de los blanquiazules el domingo) tocando por el flanco izquierdo de su ataque (antes del descanso lo intentó fundamentalmente por el derecho).