ALICANTE. Picadora de carne, silla eléctrica... no hay banquillo que no sea complicado, pero algunos lo son más que otros y entre los más calientes está el del Hércules, fiel reflejo de la condición de club histórico e histérico que tiene el blanquiazul. 

Rubén Torrecilla (Plasencia, 1979) se hizo cargo del mismo el pasado julio, después de la deserción de 'Lolo' Escobar a solo unos días del inicio de la pretemporada. 

Con cinco victorias en seis jornadas, el primer equipo blanquiazul protagoniza con él uno de sus mejores arranques de curso liguero en sus casi 101 años de historia. 

- Pregunta: Estaba echando cuentas antes y desde 2018 el Hércules no había sumado 15 puntos de los primeros 18 y busca el sábado enlazar la cuarta victoria como local, algo que no consigue desde 1992... enhorabuena.

- Respuesta: Bueno, muchas gracias. A ver, por un lado es un inicio que no me sorprende porque veo a los jugadores trabajar, lo profesionales que son y cómo compiten el fin de semana, pero sí es verdad que hay muchísimas caras nuevas, la plantilla es completamente nueva y eso necesita de un rodaje, un proceso. Pero bien, arrancar así es muy bueno porque ayuda a afianzar al equipo, su mentalidad.

- P: ¿Contento de haber aceptado la oferta del Hércules?

- R: Estoy encantado de estar en este club, con estos jugadores, este 'staff' técnico, la dirección deportiva, la afición y la ciudad.

- P: Además de plasmar sobre un terreno de juego tan peculiar el trabajo de la semana, el anotar un gol más que el rival, la actitud defensiva y la del portero cuando faltó la de sus zagueros, qué otras claves hubo en la victoria sobre el Penya Independent.

- R: No, eso. Nos adaptamos bien y esto va de eso, de adaptarse, ponerse el mono trabajo y competir todos. El terreno de juego del domingo es 12 o 13 metros más estrecho que el del Rico Pérez, de césped artificial, que estaba seco, tienes que usar unas botas distintas, eran las 12 del mediodía... Igual que los rivales tienen que adaptarse cuando vienen aquí, nosotros lo hicimos allí. El equipo demostró que puede adaptarse a cualquier circunstancia, como en Formentera, donde también fuimos capaces de ganar en un campo de reducidas dimensiones, dominando las áreas.

- P: ¿Y con el Sant Andreu qué pasó?