VALÈNCIA. Traer a la memoria los pecados cometidos antes de la penitencia. De eso se trata un examen de conciencia y eso es lo que ha de hacer el Levante esta tarde frente al Sevilla. Los de Paco López se ponen otra vez frente a un miura, en este caso de un nivel todavía superior al del domingo, después del manotazo que sufrió contra el Villarreal. El encuentro puede entrar como derrota en los planes granotas, no tiene por qué suponer ninguna explosión perder ante todo un candidato a revolver el título de Liga, pero los cinco goles del fin de semana todavía retumban en las porterías de Orriols. Y es una obligación olvidarlos. 

Las jornadas intersemanales invitan al movimiento de piezas, sobre todo en el caso levantinista por tener el sábado una cita en el Martínez Valero que bien puede valer un cierre definitivo de la permanencia, el objetivo primordial, ya en el bolsillo, que aún así tanto se remite en el seno del club. El Sevilla rotará, pero para el Levante esa tarea se antoja más complicada: las bajas en el centro del campo -esa medular que en todo el 2021 ha estado mermada por las lesiones- imposibilitan un movimiento demasiado evidente de fichas. 

Aún así, Paco López agitará su avispero en diversas posiciones. Una de ellas, la del lateral izquierdo, que alberga la ausencia de Clerc -sancionado por acumulación de tarjetas- y que tendrá a Toño como inquilino esta jornada. En el flanco diestro también puede haber cambios, y la entrada de Vezo -suplente en las últimas dos citas- podría aliñar una zaga renovada. Otros futbolistas como Dani Gómez o incluso Doukoure, que ha contado con minutos pero todavía no como titular, podrían saltar de incio.