VALÈNCIA. Es seguro que el Atlético de Madrid no es el rival más propicio para visitar el Ciutat en estos días. Orriols permanece de capa caída, con la confianza por los suelos y viendo venir al vigente campeón de Liga como si de un monstruo imparable se tratase. Y ante ese gigante, el Levante alza la vista como el que puede ser aplastado. Viene de sentir exactamente eso en el Sánchez Pizjuán, con resultado más goloso de lo que realmente se mostró en el campo, y tras descoser todas sus costuras en línea defensiva.

El equipo que ahora entrena Pereira es el segundo peor Levante de Primera División a estas alturas y sus datos en retaguardia rayan al ritmo de aquellas plantillas granotas que terminaron perdiendo la categoría. Si la lógica impera, el Ciutat de València no se llevará esta noche a casa precisamente una alegría ante un rival que destaca por ser de los que menos encajan. Los de Simeone son el tercer conjunto que mejor cierra su portería de todo el campeonato, y aunque en faceta ofensiva no están sacando su colmillo demasiado, los Luis Suárez, Griezmann, Joao Félix y el resto de la lista de estrellas colchoneras invitan a presagiar lo peor.

Por si fuera poco, Pereira tiene que seguir lidiando con bajas. Mustafi estará fuera de combate las próximas tres semanas y con la ausencia del alemán llegarán las primeras rotaciones del técnico pacense. Róber Pier o Duarte entrarán para dar relevo al lesionado y, en jornada intersemanal con vistas a la final del lunes frente al Granada, se presuponen más cambios en un roster, ahora, sin mucho fondo de armario. A Pereira le gustan los extremos y solo tiene dos en plantilla –el mercado de invierno puede aliñar una plantilla a la que se adapta el pacense-, mientras que Roger, Campaña, Melero y Postigo completan la lista de espera del sanatorio, y Pepelu, Malsa o Vukcevic aguardan para entrar en rotación para la medular, mientras que Franquesa puede ser alternativa a las molestias de Clerc.