VALÈNCIA (EFE). El Valencia Basket arrancará este fin de semana la Liga ACB con la esperanza de que los importantes refuerzos que ha hecho en su plantilla, principalmente con la mirada puesta en la Euroliga, le permitan volver a luchar por el título de la Liga ACB.
La normativa de las competiciones dice que el club valenciano no puede ganar su presencia en la Euroliga 2021-22 por la vía de la Liga y que sólo repetirá en la máxima competición europea si queda entre los ocho primeros de esta temporada y siempre por delante del Alba Berlín.
Esta circunstancia hará que lograr esa clasificación para los cuartos de final del torneo europeo sea el primer objetivo del equipo valenciano para esta campaña. Con esa idea se ha reforzado pero también con la de que ese salto en la calidad de la plantilla le debe llevar a acercarse aún más al título de la ACB.
Tras conquistar su primera Liga en 2017, el Valencia ha llegado a unos cuartos de final y a dos semifinales de la liga, aunque la pasada campaña tuvo un triple para meterse en la final en su eliminatoria a cara o cruz con el Baskonia, que acabó alzando el título y ahora será su primer rival.
Aunque la diferencia presupuestaria con el Real Madrid y el Barcelona sigue siendo notable y evita la exigencia de llegar a la final, el Valencia debería poder aprovechar cualquier despiste de ambos.
Con Jaume Ponsarnau al frente del equipo por tercera campaña seguida, el club ha vuelto a apostar por una plantilla de catorce jugadores para poder compaginar ambas competiciones, aunque ahora mismo una de esas fichas la ocupa el base andorrano Quino Colom que no cuenta para el técnico y que podría acabar saliendo del equipo y dejando un hueco.