VALÈNCIA. La goleada sufrida ante el Barcelona ha dejado al Valencia contra las cuerdas. No solo por el marcador, sino porque ha vuelto a encender todas las dudas que parecían enterradas desde marzo. La ilusión que se había generado con la buena segunda vuelta de la pasada temporada se ha visto reseteada en apenas 90 minutos. Y ahora, el choque del sábado en Mestalla ante el Athletic Club ya no es uno más en el calendario, es una obligación. El Valencia necesita ganar sí o sí para evitar caer en una primera crisis con apenas un mes de competición.
Mestalla lo sabe, la afición exige una reacción inmediata. Corberán es consciente de que no se trata solo de tres puntos, sino de recuperar confianza y credibilidad. Una victoria permitiría pasar página de la goleada y demostrar que el equipo, contra rivales que no vistan de blaugrana, sí puede competir y ser fiable.
Un reto pendiente para Corberán
El duelo ante el Athletic añade un componente ‘extra’ de dificultad para el técnico. La pasada temporada, en aquella segunda vuelta casi perfecta, hubo únicamente cuatro rivales contra los que el Valencia no sumó ni un solo punto: Barcelona, Atlético de Madrid, Alavés y Athletic. El equipo bilbaíno, por tanto, es una de las asignaturas pendientes de Corberán, un rival ante el que todavía no ha logrado puntuar.
Un visitante incómodo en Mestalla
El historial reciente tampoco ayuda. En las últimas seis visitas del Athletic a Mestalla, el balance para el Valencia es pobre: una sola victoria, dos empates y tres derrotas. La única alegría llegó en la 2023-24, con aquel 1-0 firmado por Hugo Duro. El más reciente, la victoria de los de Ernesto Valverde por 0 a 1 en la jornada 37.
Más allá de la estadística, el partido también pondrá a prueba la capacidad de reacción del equipo y sobreponerse al golpe anímico recibido en Barcelona. Si el equipo quiere reconciliarse con su mejor versión, no podrá negociar la intensidad que le ha faltado en ciertos encuentros.
Por todo ello, el duelo del sábado se convierte en un examen muy importante para Corberán. Si el Valencia quiere demostrar que la goleada contra el Barça fue solo un accidente, no hay mejor escenario ni mejor momento que este.