VALÈNCIA. Hay nubes, muchas nubes. La derrota abultada el pasado domingo en el Estadio Johan Cruyff (6-0) ha sembrado dudas y, sobre todo, ha generado una tensión que solo se va a resolver con victorias a corto plazo.

El comienzo de temporada había dejado hasta el choque frente al FC Barcelona más luces que sombras, pero tras el enfrentamiento contra los de Flick esos grises se han acentuado más que nunca. Comenzado en la portería, donde con la salida de Mamardashvili se entendía que era casi imposible igualar ese nivel, pero también es cierto que se daba por hecho que Julen iba a mostrar más estabilidad que en estas primeras jornadas. 

El guardameta vasco no tuvo su día en Barcelona. Sobre todo en los goles de Fermín. Asimismo, también pudo hacer algo más en el disparo de Kubo. Por ello, y con Dimitrievski al acecho, el portero debe dar un paso adelante durante los próximos choques para dejar atrás cualquier atisbo de cambio bajo palos. 

Tampoco están siendo los mejores días para Copete en Valencia. Los 'che' firmaron en propiedad y pagando traspaso, algo poco habitual en Meriton, por el central procedente del RCD Mallorca, y Corberán le ha dado galones desde el primer día. Sin embargo, en Mestalla existe cierta incentidumbre con él y fuera de casa tampoco se ha mostrado contundente. 

Para el cuerpo técnico tiene margen de sobra y seguirá siendo importante en la rotación, pero lo cierto es que Tárrega y Diakhaby, pese al desastre del Johan Cruyff, ganan enteros para asentarse en la titularidad. Todo sea dicho, ya son 8 los goles encajados en solo 4 partidos, lo cual ha puesto también en el escaparate crítico a José Luis Gayà y Dimitri Foulquier, irregulares hasta la fecha. 

Tampoco se asienta el centro del campo. Al principio, Javi Guerra y Pepelu comandaron la sala de máquinas, pero un gran Santamaría contra el Getafe le dio la batuta al francés contra el Barcelona. Sin embargo, tanto él como Guerra desaparecieron del mapa ante un imperial Pedri, que hizo lo que quiso con ambos. La mala sensación que dejó el doble pivote este pasado domingo abre las puertas al suizo Filip Ugrinic, que por molestias todavía no ha podido demostrar su valía. 

Sin duda, Carlos Corberán todavía no ha blindado el pasillo de seguridad que tanto le dio al equipo la temporada pasada con él al frente. Las bajas de Giorgi Mamardashvili, Cristhian Mosquera y Enzo Barrenechea han pasado factura al equipo y, a día de hoy, se ha perdido la consistencia que se apreció en la segunda vuelta con el de Cheste.

Tal vez sea arriba donde más alternativas tenga y mejor esté haciendo rendir al equipo, ya que la mayoría de los jugadores de ataque están enchufados aunque las cifras no sean importantes. Sin ir más lejos, uno de los valencianistas que está sorprendiendo en estos primeros días es Lucas Beltrán, el único que queda por meter en dinámica.