VALÈNCIA. El Valencia CF atraviesa un momento delicado. El empate sin goles en Vitoria ha confirmado las dudas de un equipo que se ha estancado. Ya son cuatro jornadas consecutivas sin ganar y los de Carlos Corberán apenas suman nueve puntos tras nueve partidos, una cifra preocupante que los deja en 14ª posición, tan solo tres puntos por encima del descenso. Una distancia mínima, sobre todo teniendo en cuenta el ‘Tourmalet’ que se avecina en el calendario: Villarreal, Real Madrid y Real Betis.
El conjunto valencianista necesita reaccionar de inmediato si no quiere verse de nuevo arrastrado a los fantasmas del pasado. La situación recuerda demasiado a la del curso anterior, cuando el equipo coqueteó peligrosamente con el abismo hasta las últimas jornadas. Si el Valencia no mejora sensaciones y resultados en las próximas citas, el escenario puede ser crítico e irse al parón en puestos de descenso.
El calendario no da tregua, pero también ofrece una oportunidad. El año pasado, Corberán supo competir ante estos rivales. En los cuatro enfrentamientos contra estos mismos equipos, el técnico sumó 5 de 12 puntos posibles con una sola derrota, en Mestalla ante el Madrid, pero logrando asaltar el Bernabéu y empatar en Villarreal y Sevilla ante el Betis. Previamente, todavía con Baraja, el Valencia había empatado en Mestalla ante el Villarreal (1-1) y vencido al Betis (4-2) en el primer duelo tras la DANA.
Por lo tanto, el balance total de los ‘ché’ contra sus tres próximos rivales fue de 2 victorias, 3 empates y una derrota, es decir, un 9 de 18.
Esas cifras deben ser un ejemplo a seguir. En los tres próximos partidos, los de Mestalla sumaron 7 de 9 puntos la temporada pasada. Repetir la hazaña del Bernabéu parece una misión complicada, pero los encuentros en casa ante Villarreal y Betis deben convertirse en una obligación para volver a la senda de la victoria y coger un oxígeno muy necesario.
Si el Valencia no reacciona ya, la temporada puede tener muy pronto la misma cara del curso pasado con la posibilidad de marcharse en puestos de descenso al próximo parón de selecciones. Mestalla debe ser ese punto de inflexión para cambiar un rumbo que, ahora mismo, parece perdido.
