VALÈNCIA. El Valencia CF encajó el pasado sábado una derrota muy dolorosa en Montilivi, estadio del Girona, que hasta la visita del Valencia era el colista de la primera división del fútbol español. 

El conjunto dirigido por Carlos Corberán cerró así una semana mágica con el gol del Espanyol en el último minuto para perder dos puntos importantísimos fuera de casa, una remontada del Oviedo en Mestalla dejando ver las costuras del equipo y con una primera parte en Girona indigna de un equipo profesional. 

Con todo, una temporada que parecía ilusionante después de los números conseguidos por Corberán en la segunda vuelta de la pasada campaña, se ha caído por completo en la jornada ocho de la actual temporada. 

Con muchas asignaturas pendientes, como la del balón parado, que ha hecho daño en las tres jornadas, o con una nula prsencia en ataque del equipo, Mestalla y la afición desplazada a Girona ya han dictado sentencia, el equipo ha entrado en crisis. 

En apenas ocho jornadas ligueras el equipo ha sufrido ya una gran humillación como la del Johan Cruyff, dónde el FC Barcelona endosó una goleada de 6-0 a los de Corberán, desconexiones fuera de casa como en Pamplona, dónde enb 20 minutos Osasuna finiquitó el encuentro e imágenes como contra Oviedo y Girona que han hecho que salten todas las alarmas. 

Es todavía pronto y el parón puede ayudar a recomponer al equipo pero el calendario que llega no hace preveer un cambio, visita a Vitoria, Villarreal, Real Madrid, Betis y derbi contra el Levante UD en el horizonte, con cada ves menos equipos por detrás en la zona caliente de la clasificación. 

De estar mirando a Europa, de no haber hecho los tres ridículos seguidos, a volver a mirar, una temporada más, al abismo del descenso. 

Para calmar las aguas este lunes comparecerá Ron Gourlay, para mandar un mensaje de tranquilidad y de unión a la afición, de confianza en Corberán y para pedir tiempo a una afición que lleva ya muchos años de vivir esta película muchas veces.