VALÈNCIA. La auditoría externa encargada por el Ayuntamiento de València sobre el coste del Nou Mestalla desvela que el proyecto de ejecución material será un 17% mayor, 34 millones, lo que implica finalmente que el desembolso, tras ajustar los gastos general, el beneficio industrial y los impuestos, crecería unos 50 millones de euros, sin contar con la rehabilitación de la estructura ni con las butacas.
El consistorio aprobó la realización de este estudio para saber qué aval tendría que pedir al club si volviera a parar las obras, como hizo entre febrero de 2009 y el 10 de enero de este 2025, según lo que quedara por hacer para acabar la instalación.
Realizada por Vielca Ingenieros, la auditoría, a la que ha tenido acceso EFE dice que el coste del estadio, incluida la parte ya construida, ascenderá de 291,89 millones de euros a 341,46 millones de euros.
El estudio afirma que “se puede considerar que cumple las exigencias de alta calidad gracias a las marcas prescritas, las soluciones constructivas adoptadas y la incorporación de instalaciones modernas”. En ese sentido habla de que el Valencia aportó una carta de la UEFA que calificaba el proyecto básico con como categoría 4, “la máxima de este organismo”.
En cambio, en cuanto a los riesgos, destaca también que “resulta escasa” la definición de algunos planos, tanto de arquitectura como de instalaciones. También que se define “de manera escasa” cuestiones como las de las butacas o la “solución detallada” de la pista de atletismo aunque el proyecto recoge que forma parte “de una fase posterior o paralela”.
La auditoria avisa de que la información que se les ha trasladado “no permite un análisis detallado para poder emitir una opinión sobre la posibilidad de incumplimiento de los plazos establecidos”.
El informe también explica que se ha estudiado tanto el proyecto básico como el de ejecución pero se especifica que en este segundo caso les fue entregada una “edición preliminar” y establece que para finalizar las obras hará falta un 17% más de lo que indica el último presupuesto aportado por el Valencia, lo que supone 34,4 millones de euros. Con los impuestos correspondientes el coste del estadio se elevaría unos 50 millones de euros.
Esa cifra incluye un millón para marcadores, tornos y placas fotovoltaicas que el club no había incluido pero no el coste de las más de setenta mil butacas ni tampoco ningún trabajo de rehabilitación que hubiera que hacer en la obra ya construida.
El estudio confirma el aforo de 70.044 espectadores pero recalca tanto que el club habla de un “aforo bruto” que puede ser reducido en función por ejemplo del tipo de partido o de las exigencias de la entidad organizadora, pero también se resalta que podría aumentar porque hay algunas zonas sin asientos en las que se podrían ubicar.
Respecto a la exigencia de que pueda ser compatible con la instalación de una pista de atletismo explica que el proyecto del Valencia apuesta por una plataforma móvil “que colmata la grada baja” y de esta manera se crea el espacio suficiente para una pista reglamentaria según la federación internacional.
El despacho encargado de la auditoria asegura que ha comprobado que hay espacio para hacerlo pero no entra en el coste que pueda suponer. “La solución arquitectónica, estructural y de instalación para la plataforma, tal y como se indica en la memoria del documento examinado, formará parte de otro proyecto por lo que no se incluye el coste de la misma.
Respecto a los autores del proyecto, el despacho Fenwick Iribarren Arquitects, repasa su trayectoria y recuerda que son responsables de otros estadios de alto nivel como alguno del Mundial de Catar o en España los del Espanyol y el Valladolid.
“Se entiende que las firmas y empresas intervinientes en la redacción del proyecto sí son profesionales de la más alta cualificación, tal y como se establece en el convenio del 20 de diciembre de 2005”, concluye.