VALÈNCIA. Las novedades de Corberán se quedaron sin efecto en el último encuentro ante el Atlético de Madrid. Si en los dos últimos encuentros el técnico recogió frutos en el resultado, en el partido del pasado fin de semana la moneda salió 'cruz'. Ante el Leganés, el entrenador sorprendió con la entrada de Diakhaby en el once y Mosquera como lateral derecho mientras que en Vila-real fueron los cambios los que permitieron sacar un valioso punto.

El pasado sábado, el cuerpo técnico movió el avíspero del once para generar problemas a su rival, aunque sin éxito. En primer lugar, Corberán quiso dar continuidad a Pepelu para dotar de más músculo al centro del campo. La apuesta no salió. El de Denia no se impuso a la medular rojiblanca, salió en la foto del 0-2 y fue sustituido al descanso. Además, ese movimiento generó un efectó dominó adelantando a Javi Guerra a la posición de mediapunta, donde estuvo más incómodo. 

En ese contexto de partido, el Valencia CF fue inferior al Atlético que se vio muy suelto con la presencia de Antoine Griezmann en posiciones interiores y así llegaron los dos goles de Julián Álvarez, que pudo firmar el tercero antes del descanso. 

En ataque, Corberán también quiso premiar los méritos de Umar Sadiq e Iván Jaime en el estadio de La Cerámica y los introdujo directos en el once. El nigeriano estuvo muy desasistido en el primer tiempo, sin opciones de ganar la espalda a la zaga del Atlético de Madrid. De hecho, el Valencia CF mejoró sensiblemente en la segunda parte con la entrada de Hugo Duro, que amenazó en varios centros laterales.

En lo que concierne a Iván Jaime, el andaluz apareció entre líneas y buscó el juego interior. Por sus características, diferentes a las de Diego López, el Valencia CF también perdió la posibilidad de atacar la espalda de Nahuel Molina con la velocidad del asturiano.