VALÈNCIA. El Valencia CF superó este sábado ante Las Palmas la cifra de 40 puntos, lo que le da la salvación virtual al equipo de Corberán y desbloquea alguna situación que estaba con el candado puesto hasta que el equipo tuviera el objetivo conseguido. 

Tras la peor primera vuelta de la historia del club no se podía cantar victoria antes de tiempo y desde el seno del club se quería alcanzar la salvación, algo que tras la victoria en la isla se queda a 10 puntos a falta de 12 por jugar, antes de acometer la ristra de operaciones que tiene el Valencia en la mesa de cara a este próximo verano. 

En cuanto a renovaciones pendientes, Jaume Doménech y Dimitri Foulquier son los dos jugadores que acaban contrato y que están pendientes de una llamada del club para ver su continuidad, con uno más cerca que otro, Jaume no parece que vaya a seguir defendiendo la portería de Mestalla y con el lateral francés ha habido más acercamiento para alargar su contrato. 

También están muy pendiente dos pilares de la plantilla, Diego López y César Tárrega, que deberán rubricar un nuevo contrato con el Valencia con una sustanciosa mejora contractual. El central de Aldaia ya se pronunció esta semana pasada sobre su futuro y apuesta por quedarse en el club de su corazón, y con el extremo asturiano hay muy buena sintonía para su renovación, acorde a su aportación deportiva, siendo uno de los máximos goleadores de la temporada y el máximo asistente. 

En cuanto a los cedidos, el Valencia CF sabe que retener un año más a Enzo Barrenechea y las decisiones deportivas con Sadiq de las últimas jornadas hacen entrever que el club no va a hacer un esfuerzo económico con él en los encuentros restantes y, está por ver, que lo haga en verano. 

Más allá de las decisiones que hay que hacer con los jugadores de la plantilla, el Valencia necesita más efectivos en la plantilla y ya está rastreando el mercado de fichajes libres, con Neyou y Javi Muñoz casi atados, a falta de luz verde desde Singapur, podrían ser las primeras caras nuevas de la próxima temporada. 

Con la permanencia en el bolsillo, y con miras a intentar algo más en las últimas cuatro jornadas ligueras, las oficinas del club ya pueden acometer muchas de las patatas calientes que había sobre la mesa y que la incertidumbre de los malos resultados deportivos tenía paradas.