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17/01/2023 - 

ALICANTE. El error arbitral que permitió que subiera al marcador el gol de 'Eze' Ponce este domingo en el Nuevo Mirandilla ha levantado una polvareda notable que no parece que vaya a amainar a corto plazo.

El Cádiz, por medio de su entrenador Sergio González y de su presidente Manolo Vizcaíno, fue el primero en alimentar la polémica por la mala actuación arbitral protagonizaron tanto por el alcalaíno Carlos Del Cerro Grande y sus asistentes sobre el verde, como por el pontedeumés Ignacio Iglesias Villanueva, quien estaba al frente del videoarbitraje en Las Rozas. Pero con el paso de las horas todo fue a más: el Comité Técnico de Árbitros (CTA) de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) primero y LaLiga después de sumaron, que adquiriendo esta ya una dimensión colosal con el comunicado del club amarillo en el que desvelaba que se había impugnado el encuentro. 

Primero Sergio González se mostró muy rotundo en sala de prensa, llegando a afirmar que Del Cerro Grande había descargado las culpas en su colega en el videoarbitraje y que la acción del fuera de juego no se llegó a chequear. Cuesta creerlo pero cosas más raras se han visto este curso: que se lo digan al Elche, que tiene grabado a fuego el agravio que sufrió en Mestalla en octubre por la peculiar interpretación de la ley de la ventaja por parte del árbitro palmerero Juan Luis Pulido Santana

A continuación, el máximo mandatario del club gaditano, Manolo Vizcaíno, secundaba en Canal Sur al preparador de L'Hospitalet, pero apuntando a la RFEF y a su presidente, Luis Rubiales, quien horas más tarde sacaba a 'pasear' al CTA: en un ejercicio de cinismo que ofende, el organismo de Luis Medina Cantalejo presumió de la tecnología de fuera de juego semiautomático que dice haber empleado en la Supercopa de España, emplazando a LaLiga a emplearla, al tiempo que arrojaba las cabezas de Del Cerro Grande y de Iglesias Villanueva, dejándolos fuera de las designaciones para la Copa del Rey en las que habían sido incluidos previamente.

Obviamente, LaLiga no se quedó mirando y respondió a la acusación del CTA calificando su comunicado de "esperpéntico", pero lo mejor estaba por llegar: a última hora de la tarde el Cádiz anunciaba que había impugnado el partido ante el Elche, reclamando que se reanude desde el minuto 81 y con 1-0 en el marcador.

El club gaditano calificaba de "clamoroso y flagrante" el fuera de fuera de juego de 'Eze' Ponce, "no susceptible de interpretación, como demuestran las imágenes del partido". El Cádiz se refería también como "desafortunada y negligente" a la actuación "del colectivo arbitral, en concreto de los árbitros de la Sala VOR" y por la que "se vio gravemente perjudicado": "De las propias imágenes del partido e incluso de los actos que se han sucedido desde entonces, algunos provenientes de estamentos dependientes de la propia RFEF, no cabe duda de que el equipo arbitral incurrió en un error material manifiesto, grave, inexcusable y no justificable, del que se derivan perjuicios irreparables", proseguía el comunicado del club amarillo, que anunciaba también acciones legales si finalizada la temporada pierde la categoría.

La realidad es que es nula la posibilidad de que la impugnación prospere (que el Comité de Competición aprecie un error material manifiesto en lo sucedido y resuelva a su favor) es nula, pero con la misma el Cádiz hace notar aún más su (legítimo) descontento, pensando en las jornadas que quedan y lo que pueda ocurrir en ellas. Puede que su imagen salga reforzada para sus aficionados, pero no para otros equipos implicados en la lucha por la permanencia en LaLiga Santander. La del fútbol español también se ve resentida con todo el sainete y la del estamento arbitral no empeora porque eso ya es imposible.

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