VALÈNCIA. Llegado el parón navideño de la liga, caben múltiples lecturas de los males que aquejan a un Valencia CF salvado por la campana en su partido en Mestalla ante el colista de la primera división, la SD Huesca.
Uno de los problemas evidente, quizá el más de todos ellos, es la falta de gol del equipo. Cuatro goles suman los dos delanteros titulares del Valencia CF (Rodrigo y Santi Mina) en 17 jornadas de competición. Y pese a todo, nadie duda que ambos jugadores han de ser titulares, por rendimiento, implicación e incomparecencia de los dos fichajes para la vanguardia de este verano: Batshuayi y Gameiro.
El caso del belga es una cesión que el club trabaja para romper y hacer sitio en la plantilla, pero el caso del francés es mucho más sangrante. Dieciséis millones de euros pagados por un futbolista de 30 años al Atlético de Madrid, por un futbolista que ha mostrado más bien poco en sus actuaciones.
Precisamente el factor "Atlético de Madrid" sumado a la apertura de la ventana de fichajes de enero arroja un saldo muy negativo a tener en cuenta. Cualquier futbolista fichado (ya sea en invierno o en verano) por el Valencia CF tras ser descartado por el Cholo Simeone ha sido un fiasco en Mestalla.
Cuatro casos ilustran esta conclusión, tres directos y uno indirecto. Pero todos arrojan la misma premisa: futbolista descartado por el Cholo Simeone y con rendimiento insuficiente (casi nulo) al vestir de blanquinegro.
El primero de ellos fue Guilherme Siqueira. El brasileño con pasaporte italiano llegó en invierno de la temporada 2015/16 de la mano de Suso García Pitarch en una operación poco comprensible. Ya en la revisión médica rutinaria para su fichaje hubo momentos de gran tensión ya que el doctor Albors (entonces jefe de los servicios médicos) detectó un tobillo crónico, situación que comunicó debidamente. Aún así, el club decidió quedárselo en préstamo. Un préstamo que nunca estuvo muy claro ya que vino para temporada y media, justo el tiempo de contrato que le quedaba en el Atlético y tampoco estuvo muy claro si finalmente el Valencia CF pagó una cantidad para quedarse al futbolista en propiedad ya que si bien en Mestalla siempre se negó tal extremo, en el bando rojiblanco insistían (siempre off the record asegurando que el jugador pasó a ser propiedad de los valencianistas previo de su importe -unos 2 millones de euros-).
El rendimiento fue casi nulo. De casi 70 partidos posibles entre liga, Copa del Rey, el lateral izquierdo sólo completó 26. De ellos 15 fueron en la primera temporada (14 de liga y 1 de copa) y 11 en la campaña siguiente (10 de liga y 1 de copa). Pasó más tiempo lesionado que a disposición de los entrenadores que tuvo y acabó volviendo a Brasil por la puerta de atrás -en teoría- a la espera de encontrar equipo. Meses más tarde anunciaría su retirada del fútbol.
El siguiente descarte de Simeone en aterrizar en Mestalla fue Mario Suárez. Si bien el madrileño no llegó directamente desde el club colchonero, también se trata de otro caso de futbolista exprimido por el Cholo y al que dejó marchar tras comprobar que sus mejores días habían pasado ya.
El futbolista fue otro fichaje de Suso García Pitarch en el verano de la temporada 2016/17 y llegó en teoría para apuntalar el centro del campo del equipo que ese verano dirigía Pako Ayestarán. El jugador llegó cedido por el Wattford inglés quién ya había adquirido al futbolista después de un breve paso por la Fiorentina (temporada 2015/16). La temporada anterior, la 14/15 fue la última a las órdenes del Cholo y fue un futbolista poco utilizado (20 partdos de liga, 8 de Champions y 6 de Copa, la mayoría como suplente).
El el Valencia la cosa no empezó del todo mal y acabó de manera desastrosa. Jugó 21 partidos de liga y 3 de Copa. Marcó tres goles, el primero de ellos en la jornada 6 para la victoria 1-2 en Getafe e hizo doblete en Gijón victoria 1-2 ante el Sporting el día del debut de Césare Prandelli en el Valencia CF.
Pero su rendimiento fue decayendo de manera meteórica hasta desaparecer en el tramo final de la temporada incluso de las convocatorias que ofrecía Voro. Acabó la temporada y volvió al club que lo cedió al Valencia CF, el Wattford. Los ingleses lo acabaron transfiriendo al Guizhou Hengfeng por algo más de 7 millones de euros ya que le reclamó un conocido del madrilño como Gregorio Manzano, quien entrenaba a los chinos.
El tercero en llegar fue Luciano Vietto. El argentino fur una petición expresa de Marcelino, con quien alcanzó su mejor rendimiento en la liga española cuando ambos coincidieron en el Villarreal.
Vietto ya venía de haber sido cedido la temporada anterior en el Sevilla ya que sus actuaciones como colchonero no convencían al Cholo Simeone. Así que una temporada más tarde el Atleti aprovechó la puerta que le abría el Valencia CF nuevamente para colocar a otro futbolista con el que no contaba su entrenador.
El inicio fue fulgurante, cuatro goles a la UD Las Palmas en partido de vuelta de los octavos de final de la Copa del Rey incluyendo una vaselina desde más de 40 metros. Pronto Marcelino le ubicó como pareja de Simone Zaza en los partidos de Copa. Pero el rendimiento del argentino no sólo fue a peor, sino que lastraba también el de su compañero de delantera con el que no se entendía sobre el terreno de juego.
Cerró su etapa como valencianista con un buen gol ante el Girona en Montilivi, eso sí, en partido totalmente intrascendente. Al final, cinco goles conseguidos en 19 encuentros disputados (14 de liga y 5 de copa). Acabó volviendo sin pena ni gloria al Atleti donde el Cholo se lo acabó quitando nuevamente de encima. Esta vez en dirección al Fulham de la Premier League inglesa. Tampoco ha habido traspaso el préstamo ha sido su enésima huida hacia adelante.
Y llegamos al momento actual. El cuarto tropiezo en la misma piedra se llama Kevin Gameiro, pero ahora con un agravante: 16 millones de euros. El Cholo volvió a ganar la partida dejando casi sin pretemporada a un futbolista con el que no contaba sabiendo que a determinada edad (30 años contemplan al galo) esa es una losa que puede lastrar muchísimo. Hubo incluso roces entre mandatarios de ambas entidades este verano por el desgaste que produjo la negociación que condujo a una cantidad elevadísima para un atacante de esa edad cuya capacidad goleadora se encontraba ya en franco retroceso. A día de hoy está lesionado y, lo que es peor, nadie le echa falta. Sus actuaciones son una oda a la decepción, dos solitarios goles y una imagen de apatía que exaspera en la mayoría de sus comparecencias.
El Valencia CF busca delanteros en un mercado siempre complicado como es el de invierno. Lo más aconsejable, vistos los precedentes, es no volver a interesarse por ninguno de los futbolistas que hayan sido dados de lado por el Cholo Simeone. Es evidente que por algo lo hace.