VALÈNCIA (EFE). El Valencia Basket regresará este domingo a la Liga ACB ante el San Pablo Burgos en la Fonteta, tras dos semanas sin competición, ‘tocado’ pero necesitado de un triunfo que le evite problemas y le permita afrontar con optimismo una semana clave en la Euroliga.
El equipo valenciano arrastra tres derrotas seguidas (la semifinal de la Copa ante el Real Madrid y en la Fonteta ante el Maccabi Tel Aviv y el Fenerbahce en el torneo europeo) pero además volverá a tener tres bajas clave en la línea exterior, con las ausencias de los bases Sam Van Rossom y Guillem Vives y el escolta Jordan Loyd.
La aparición de Alberto Abalde como base alternativo para alternar con Quino Colom no ha dado grandes resultados hasta el momento en parte porque hipoteca la gran aportación del alero gallego en su puesto natural.
El encuentro ante el San Pablo podría dar lugar a que el técnico Jaume Ponsarnau prueba alguna solución que ya enseñó contra el equipo turco como que sea Joan Sastre el que lo haga o incluso contar en algunos minutos con el canterano Guillem Ferrando que debutó con solvencia ante el Maccabi.
El triunfo en la última jornada disputada ante el Movistar Estudiantes, permitió al Valencia coger algo de aire en la clasificación pero una derrota probablemente le sacaría de los puestos que dan derecho a disputar el playoff.
El Burgos, que es noveno y ha ganado tres de sus últimos cinco encuentro, le adelantaría en la clasificación pues tiene sus mismos once triunfos. Además, no le conviene que aumente mucho su distancia con la cuarta plaza, la última que da ventaja de pista en los cuartos de final.
Las tres bajas que tiene por lesión el conjunto valenciano harán que Ponsarnau no tenga que descartar a ningún jugador y que complete la convocatoria con el joven Ferrando.