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13 de noviembre / OPINIÓN

Queda mucha plancha

9/06/2020 - 

VALÈNCIA. Nueve puntos y cuanto antes. Ese es el propósito grabado a fuego en el ideario de Paco López y su cuerpo técnico. Mucho se ha hablado de la cubierta y sus efectos. De si se jugaba en Mestalla, La Cerámica, Castalia, Rico Pérez o en el Mini del Villarreal. De una elección definitiva que parece que no se va quedar únicamente en acoger a los granotas en esos seis partidazos ante Sevilla, Atlético, Betis, Real Sociedad, Athletic y Getafe. Toca centrarse en el balón de una vez por todas. El objetivo de la permanencia aún no está conseguido y el que lo piense se equivoca. La renta con el cuarto por la cola (el Real Mallorca y aún hay que viajar a Palma) es de ocho puntos. Quedan 33 en disputa y eso es mucha plancha. Aunque ahora es un escenario condicionado y con situaciones excepcionales que habrá que saber lidiar, no olvido lo que costó lograr la salvación la temporada pasada en aquel dramático choque a cara o cruz en Girona. Un escenario que parecía improbable después de la cita de la primera vuelta, el 2-2 del 4 de enero de 2019, en la que el Levante era décimo y los catalanes estaban un escalón por encima en la clasificación.

He insistido en reflexiones anteriores, en círculos de amigos y en algunas tertulias radiofónicas que respiro un ambiente de relajación en la cúpula al no cotizar en las apuestas el Ciutat, ni incluso cuando se pararon las obras temporalmente por el coronavirus, para cerrar la temporada como local. Con los quebraderos de cabeza provocados por el lastre que ha supuesto la pandemia en el proceso y los retrasos acumulados desde que se anunció a bombo y platillo el plan de reforma del estadio (y la nueva Ciudad Deportiva de Nazaret) en la Junta General de Accionistas de 2018, la hoja de ruta ya se ha encauzado. La retirada de la vieja cubierta es una de esas imágenes para los próximos libros de historia del club. También repito que quizás me equivoque al entender que se está priorizando el factor económico, pero es una evidencia que cuando cualquier paso adelante se podría torcer si la pelotita no acaba entrando.

Por mucho que se esté trabajando a destajo para que el Camilo Cano se tiña de azulgrana y se engalane para que el equipo se sienta como en casa, no será lo mismo, pero hay que mirar al frente y afrontar lo que resta con estas circunstancias. El vestuario lo tiene claro, aunque en su día trasladó su opinión y, con la solución que fuera, el reclamo fue no sentirse forastero en las 11 jornadas si tocaba hacer las maletas. Al final, a 140 kilómetros de distancia y con la necesidad de adaptar el trayecto, entrenamientos y un calendario que apenas va a dar un respiro. Para empezar, desde ayer hasta mañana, la plantilla ultimará el regreso a la competición en su nuevo hogar. Allí serán seis jornadas de altísima exigencia, seguramente alguna más de la temporada 2020/2021, junto a algún acuerdo comercial entre el Levante y la localidad alicantina de La Nucía.

En la antigua normalidad, el encuentro del viernes sería más volcánico todavía. Lo que ni el COVID-19 impide es que sea el más esperado por el aficionado de Orriols. Más especial todavía para Paco López, ya que se convertirá en el entrenador granota con más encuentros en Primera (77), superando a Juan Ignacio Martínez. Los números marcan 13 visitas a Mestalla en Liga y solamente cuatro empates (el 2-2 con los goles de Iborra y Barkero en marzo de 2013, el 1-1 de Koné en abril de 2012, el 0-0 de la permanencia de la 2010/2011 y otro empate sin tantos con De Biasi en la 2007/2008). Un pobre bagaje con reveses que golpean con más dureza que otros por todo lo que rodea un cara a cara de máxima rivalidad vecinal. Jamás el Levante ha logrado ganar en territorio comanche y al Valencia también se le resiste sumar los seis puntos de una tacada. Con la vitola de ‘matagigantes’, con esos cuatro triunfos a partes iguales a Barcelona (ambos en el Ciutat) y Real Madrid (uno de ellos en el Bernabéu) desde que debutara en el primer equipo en marzo de 2018, a Paco le falta esta victoria. En sus 76 partidos en Primera, su balance es de 29 triunfos, 15 empates y 32 derrotas.

En esta Liga de once jornadas saldrá victorioso el que sobreviva sin apenas fisuras, el que menos miedo tenga ante los efectos del frenazo, el que llegue en mejor ritmo después de un tiempo de inactividad mayor que tras las vacaciones ligueras, el que se adapte a jugar sin público lo antes posible, el equipo que entienda rápido que no hay que protestar demasiado porque ahora se va a escuchar absolutamente todo. Un fútbol de nueva creación obligada, con interrogantes idénticos para los 20 equipos y en el que la segunda unidad ante la acumulación de jornadas ganará muchos puntos. Menos en lo de las 72 horas como mínimo entre partido y partido, que de inicio ya no se cumple con el Levante, una realidad de igual a igual, por mucho que alguno que otro haya querido saltarse un protocolo que en el fútbol lleva unas fases distintas para tener público en sus gradas. Sin esos agravios comparativos que sí existen en la decisión de impedir la entrada a los campos de las radios locales sin un argumento razonable. Lo mismo con los demás compañeros que tampoco podrán acceder.

Son tantos interrogantes que es complicado plantear un escenario de partido. Quizás algunos retazos. Con la clasificación en la mano, el Valencia (42 puntos), en la séptima plaza que daría acceso a la Europa League, sabe que no puede fallar en su objetivo de la Champions. El Levante (33 puntos) tiene margen con el pozo, pero Paco ya ha dejado claro que de relajación nada de nada por mucho que sobre el papel parezca que los granotas están en tierra de nadie. Un punto a favor es la ausencia del ‘factor Mestalla’. Esa depresión de resultados positivos en los precedentes ha tenido mucho que ver por ese empujón emocional a los suyos desde la grada que ha decantado la balanza del lado blanquinegro. Ese ‘miedo escénico’ y decisiones arbitrales que han hecho polvo. Coke aún se acuerda de Medié Jiménez y su falta inexistente sobre Gayá cuando el infractor fue Paulista.

Esta vez pitará Alberola Rojas, el más joven de la categoría (hará 29 años el próximo lunes 22). Será la tercera ocasión que se cruzará en el camino esta temporada tras el 0-0 en casa ante el Eibar y en el revés en San Mamés (2-1). El Levante no ha ganado con este colegiado castellano-manchego delante. El balance es de cinco empates y dos derrotas. Entre los alicientes será el primer obstáculo a desbordar en el reto personal de Roger Martí de ser el máximo goleador nacional. Lleva 11 como Gerard Moreno y Lucas Pérez. Así como la respuesta de jugadores importantes como Borja Mayoral y Bruno que acaban su vinculación el próximo 30 de junio. Es un notición que Paco cuente con todos en esta carrera de poco más de un mes. El fondo de armario debe reivindicar su rol en el equipo.

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