¿Quién se beneficia?

VALÈNCIA. Mientras algunos se están poniendo medallas porque han conseguido traer hasta un total de cuatro futbolistas a última hora, otros nos preguntamos todo lo que rodea a estas operaciones y quizá hasta nos inquietamos al ver que, en su base, hay poco o nada de lógico. Eso sí: vaya por delante, muy por delante, que ojalá Ferro, Cutrone, Oliva y el recuperado Piccini, triunfen como nadie, que la rompan, que la sigan rompiendo, que diría el gran Diego, pero usando otras palabras. Sería excelente verles triunfar. Es más, sería maravilloso para el club verles triunfar aquí, aunque luego se marchen. Pero este deseo no está reñido con algunas reflexiones en torno a su llegada.

El mercado de invierno es el de las gangas, los conflictos que hay que resolver o el de la desesperación. Si no son gangas estos cuatro entonces es que vienen de un conflicto (con el entrenador, por ejemplo) o desesperados porque no juegan ni al parchís en sus clubes de origen. La realidad me arroja a este segundo caso: Piccini lleva más de un año sin jugar, Cutrone, ha jugado algo más, pero tiene un año y medio horrible, al menos en minutos (ya no hablemos de sus goles), Ferro también viene de inactividad continua, como lo hace Oliva. Estos dos últimos han jugado algo más, pero no mucho. El caso es que llegan el último día de enero, sin ritmo, aunque con ilusión. Entre que se ponen un poco en forma, cogen la medida al equipo, entienden lo que se les pide, se meten en dinámica de un campeonato como el español (con ritmo alto, según dicen los profesionales), se aclimatan a la ciudad y a la situación, con riesgo incluso de contagiarse, etc. esto nos lleva, tranquilamente, a mediados de marzo como fecha real en la que podrían estar siendo mucho más útiles y productivos, si todo va bien. Por tanto, te quedaría poco más de mes y medio de competición. No sé si lo han pensado los célebres gestores del club. Esto, haciéndolo a principios de mes, los tendrías, a estas alturas, ya casi a nivel e implicaría que, quizá, a lo mejor te daba para competir en la copa y para estar algo más cerca de los puestos nobles. Aquí los tiempos sí importan, porque el futbolista no aterriza en un equipo y se pone a dar el ciento por cien de manera inmediata: de hecho, las pretemporadas están para eso entre otras muchas cosas.

Otra cosa es si valoramos este mercado, claramente movido por Mendes, se pongan Murthy y Corona como quieran, de otro modo: ¿se le hace un favor al Valencia CF o es el equipo valenciano el que le está haciendo un favor a los otros? Es decir, tengo la cosa de que le estamos apañando un problema al equipo de Nuno, con Cutrone; y al Benfica y hasta al Cagliari, que ve un problema entre Oliva y su técnico. Habría que pensarlo, por lo menos en clave valencianista: los ingleses tienen que sacarse a un jugador de encima, con bajo y pobre rendimiento, por la llegada de William José; vistos los números nadie quiere a Cutrone, entonces el Valencia es un buen sitio, aunque necesitemos dos centrales y un mediocentro por encima de todo. Tampoco vamos sobrados de delanteros, es cierto, pero hay otras prioridades. Entonces Cutrone llega a Valencia, sin que lo sepa ni dé su opinión Javi Gracia, para jugar en la posición en la que vienen jugando Gameiro, Kang In y Vallejo. Eso quiere decir, que, al menos los dos primeros no cuentan y del tercero hay dudas. Desde luego, yo no sé si el coreano aún pensaba o no en seguir (a mí me da lo mismo), pero desde la propiedad le acaban de abrir la puerta de par en par. Otra cosa es que Cutrone haga un apañado fin de campeonato (no podrá jugar nada más de unos diez o doce partidos aproximadamente) y vendan a Maxi en verano, y así van a por el italiano y le hacemos ya, de manera definitiva, el gran favor al equipo de Mendes y Nuno. Entonces, Cutrone se convierte más en una seña o mensaje que en un refuerzo. Ojalá triunfe el chico aquí, ya lo dije.

Ferro es un joven central portugués, que casi no ha jugado en su país y que viene claramente a ocupar el sitio de Guillamón. Y quien no lo quiera ver, que no lo vea, pero es así. No se cuenta con el canterano a pesar de la política de jóvenes que lidera Murhty. El Benfica tenía un problema de números en el eje central de la defensa con la llegada del brasileño Lucas Veríssimo. Era un problema para el club lisboeta y el Valencia, como en tantas otras ocasiones en las que este equipo se vio en peligro, llegó al rescate. Te lo cedo, que juegue un poco, que tenga minutos y si saco a alguien en verano ya lo tengo fogueado y si no, pues lo intento vender o volver a ceder. Tiene lógica la operación del Benfica: la pregunta es por qué el Valencia no hizo esto mismo con Centelles o con Jordi Escobar y muchos otros que ya están por ahí dando vueltas.

El caso Oliva es el más comprensible de todos: chico que no juega habitualmente, que busca sus minutos y que lo ve difícil en su actual club. Es, creo, el jugador que más podrá aportar al equipo, en un principio, porque el Valencia se desangra por el centro muchas veces. Y sí creo que quizá puede aportar algo desde el principio. Del caso Piccini nada podré decir, porque ya han dicho muchas cosas: no hace mucho Salva Folgado, aquí también, hacía una perfecta radiografía de la situación y no cabe redundar, pero tenía toda la razón. Pocas veces se equivoca.

La cuestión es, entonces, si han utilizado al Valencia para resolver problemas de otros y, sin embargo, han deformado tanto la realidad que encima nos hacen creer que le están haciendo un favor al equipo valencianista. Otra cosa que me preocupa es cómo se sentirá Gracia al no contar en todo el proceso y Miguel Ángel Corona, porque ¿qué ha tenido que ver él con estas tres operaciones? ¿Eran “sus” futbolistas? Parece ser que no, que esto se debe a gestiones de Lim, Mendes y otros representantes que se lo han cocinado ellos solitos. Creo que de Corona salían otros nombres algo más hechos. Y, por último, ¿no decían que vendrían jugadores consagrados? ¿Y qué ha pasado? Pues eso, lo que todos sabíamos que iba a pasar al final: que nadie piensa solo en el Valencia CF, porque han hecho del club una concubina.

No voy a celebrar que un equipo al borde de su destrucción total haya conseguido tres cesiones sobre la bocina, pero al menos algo mejoraremos lo que había, ya que para superar lo que han hecho Sobrino, Kang In o Gameiro, Cutrone no lo tendrá difícil; para superar lo hecho por Mangala o incluso Guillamón, Ferro tampoco lo tendrá extremadamente difícil y para mejorar lo hecho por Esquerdo o incluso Racic hasta la fecha, Oliva no deberá sudar sangre. Si hacemos una línea nos sale un perfecto tres en raya con chavales de la escuela. Felicidades Meriton Holdings, propietario mayoritario, ya sabes de qué modo puedes cargarte a chavales de la cantera en tan solo cinco meses, por aplicar una deficiente estrategia y política deportiva con ellos. Eso sí: han traído futbolistas.