Radiografía del rival: Bayern de Múnich

VALÈNCIA. El himno de la Champions League sonará de nuevo mañana en La Plana como aperitivo de una eliminatoria que genera muchísimas expectativas. Tras dejar en la cuneta a la Juventus de Turín, el Villarreal se enfrenta a otro gran desafío llamado Bayern de Múnich. El líder de la Bundesliga llega a La Cerámica tras haberse paseado por la fase de grupos y la ronda de octavos de final, en la que dio buena cuenta del Red Bull Salzburgo con un resultado global de 8-2. Además, viene de imponerse con autoridad el pasado sábado en el Europa-Park Stadion de Friburgo, uno de los feudos más complicados del fútbol germano esta temporada.

La institución presidida actualmente por el mítico Oliver Kahn es uno de los máximos aspirantes al título continental por historia, por trayectoria y por fútbol. Un conjunto dotado de una tremenda exuberancia para llegar al área contraria que es capaz de imprimirle a sus encuentros un ritmo endiablado para el rival, sobre todo cuando juega en casa.

El núcleo duro del Bayern sigue siendo aquel que se proclamó campeón de Europa en 2020. Sin embargo, el atrevimiento y el descaro de su joven técnico, Julian Nagelsmann, le han atribuido al gigante de Baviera ciertas particularidades tácticas que distan mucho de la metódica filosofía del entrenador que le dio su sexta Copa de Europa hace dos temporadas en Lisboa: Hansi Flick (actual seleccionador alemán).

La línea que más se ha renovado en los últimos tiempos es la defensa. Ya no están los veteranos Jérôme Boateng (Olympique de Lyon) ni David Alaba (Real Madrid), pero Nagelsmann maneja una rotación de gran nivel con Dayot Upamecano, Niklas Süle y el joven Tanguy Nianzou. Con la baja del velocista canadiense Alphonso Davies (al que veremos con la selección de Canadá en el Mundial de Catar) en el carril izquierdo, Lucas Hernández y el internacional galo Benjamin Pavard son los laterales titulares, aunque ambos pueden actuar sin problema en el eje de la zaga.

La marcha de Thiago Alcántara al Liverpool de Klopp terminó por ubicar definitivamente al superclase Joshua Kimmich en el centro del campo junto a Leon Goretzka. El primero es el metrónomo y el segundo el box to box, y juntos conforman una de las mejores salas de máquinas del fútbol europeo. En ataque, el abanico es enorme: Kingsley Coman, Serge Gnabry, Thomas Müller, Leroy Sané y Robert Lewandowski son piezas clave.

El fútbol del Bayern es la vanguardista filosofía de su técnico llevada al césped. Presión muy arriba, iniciativa en el juego, balón jugado desde atrás y una valentía desmedida para llegar a zona de remate y a la frontal del área con 6 e incluso 7 jugadores.

Esta característica convierte a los bávaros en un temible rodillo ofensivo. Sin embargo, también tiene su contrapartida: muchos espacios a la espalda de centrales y centrocampistas, problemas para proteger los costados y e incluso dificultades para defender las segundas jugadas en balones largos. Además, el campeón alemán ha encajado varios tantos este curso por errores en la salida de balón, sobre todo a cargo del internacional francés Dayot Upamecano: un central que recibe una responsabilidad que aún le viene grande por sus limitaciones a la hora de girarse, controlar y rasear la pelota sin asumir excesivos riesgos.

Esos detalles son los que buscará explotar el Villarreal para llegar vivo a Múnich y, si es posible, cosechar un resultado positivo. La presión y el favoritismo vestirán mañana de rojo, pero los groguets ya han demostrado que se desenvuelven a la perfección en este tipo de citas. La clave para los de Emery residirá en una permanente concentración y solidaridad sin balón para poder robar y atacar los espacios a la espalda de los germanos.

Más allá de la fase defensiva, la veteranía y el aplomo del centro del campo amarillo a la hora de maniatar la pelota tendrá una importancia capital para restar continuidad al temible frente de ataque bávaro. Puede ser una buena posibilidad jugar en alguna fase del partido con dos puntas: una variante que reduce opciones en el juego combinativo pero que puede dificultar la salida de balón de los centrales que ponga en liza Nagelsmann, además de ganar enteros en segundas jugadas y balones largos, unos lances que pueden ofrecer mucho rédito al actual campeón de la Europa League.