VALÈNCIA. La derrota en el Wanda madrileño dejó muy mal sabor de boca entre la parroquia valencianista. Tras un primer tiempo primoroso en el que el Valencia congeló las ideas colchoneras y golpeaba con dureza la debilidad defensiva de los atléticos, pasamos a un segundo acto en el que el equipo se hizo pequeño y tras encajar el primer gol empezaron a temblar las piernas y comenzaron a aflorar las endebles paredes sobre las que se sostiene el templo valencianista.
Este desagradable tropiezo parece que va a hacer reaccionar a los responsables deportivos. El entrenador volvió a repetir que tiene que hacer jugar a jugadores que aún están en formación y que aún no están preparados para la exigencia de una competición que no perdona las debilidades. Lo viene repitiendo desde hace muchas semanas.
"Necesitamos ayuda" esbozó Bordalás al finalizar el encuentro. ¿Le habrán escuchado? ¿ Harán oídos sordos? O empezarán a buscar soluciones. Estamos a pocos días de finalizar el plazo de incorporaciones y han habido más salidas que incorporaciones. Habrá que esperar al final de mercado pero en medio hemos tirado por la borda la oportunidad de reforzar al equipo en las primeras semanas de enero.
Demuestra una vez más la ineficacia y el abandono que tiene la parte deportiva en el club. "Priorizamos lo deportivo" fueron las palabras que desplegaron desde las altas esferas ante el tapón que le pusieron a la salida de Wass. Ahora la presión que ejercen los euros del Atlético de Madrid parece que esa salida empieza a ser posible y el tapón puede saltar por los aires.
Un fijo de Bordalás puede abandonar el equipo. La llegada de Ilaix Moriba, suplente en el Leizpig, parece que esta al caer. Veremos las prestaciones que el ex-barcelonista puede darle al equipo. Jugador con proyección que podría explotar sus cualidades con los minutos que le conceda Bordalás.
En el Leizpig su progresión se ha parado ligeramente pero en el Valencia tendrá la oportunidad de redimirse y dar el nivel que se le presumía en el Barcelona y que propició su fichaje por el equipo alemán. El jugador viene cedido sin opción de compra. Casi todos los días aparecen posibilidades de trueque con jugadores que están en escuadras de segunda fila y que no están jugando en sus equipos. Ese es el nivel del Valencia actual.
Ese es el mercado al que puede acceder el Valencia de Lim. Desde luego no es lo que esperábamos de unos magnates alejados del sentimiento valencianista. A tantos kilómetros de distancia es difícil que huelan el olor a pólvora, el calor de las llamas en la cremá, el aroma de azahar de las naranjas o saboreen el sabor de la horchata. ¿Ustedes han visto las lágrimas de unos niños o no tan niños celebrando los triunfos del Valencia o lamentando una derrota? Háganlo por ellos. Doten de armas al entrenador para que pueda luchar en unas condiciones mínimas con sus adversarios. Doten de independencia dentro de un presupuesto a la dirección técnica para que puedan trabajar en el rumbo correcto.
Háganlo por esos niños para que se puedan sentirse más orgullosos de su Valencia. No sé si lo harán. Quien iba a decir que los enfrentamientos que se produjeron a finales de 2019 entre el Getafe y el Basilea iban a marcar el futuro del Valencia. De esa eliminatoria ya tenemos al míster Bordalás, a Alderete y a Eray Comert. Quien sabe si vendrá alguno más.
De momento Bordalás es el que está tomando el mando de las decisiones; demuestra la ineficacia o el ninguneo de una parte importantísima en un club de fútbol. Vamos a salto de mata sin ningún tipo de planificación y eso al final se paga. Esperamos que aparezca un mirlo blanco o el "regalo de Mendes" low cost.
Esperaremos a los últimos coletazos del mercado y veremos qué decisiones se toman finalmente y qué plantilla queda confeccionada. Devuelvan la sonrisa a los pequeños valencianistas. Será la mejor señal de que han ido por el camino correcto. Por cierto no olvidemos la competición copera. La final está a tiro de piedra. Si jugáramos la final y la ganáramos espero que el destino final de Bordalás no sea el de Marcelino. Ves con pies de plomo Pepe.