VALÈNCIA. El belga Remco Evenepoel (Soudal Quick Step) volvió a dar otra lección de orgullo y ambición en solitario para firmar el triplete en la decimoctava etapa disputada entre Pola de Allande y la cima de la Cruz de Linares, de 178,9 km, última cita con la montaña, en la que salió reforzado con la roja el estadounidense Sepp Kuss (Jumbo Visma). Tercera victoria para el defensor del título en la Vuelta. Evenepoel no quiere pasar inadvertido por su casta de campeón y estrenó con exhibición, en solitario, a su estilo, la cima de La Cruz de Linares, donde el ciclista de Aalst, de 23 años entró como vencedor y el jersey de la montaña asegurado.
JUMBO RESPETA LA ROJA DE KUSS
Evenepoel rompió la línea de meta con un tiempo de 4h.47.37,a una media de 36,8 km/hora, seguido del italiano Damiano Caruso a 4.44 minutosy del danés Andreas Kron a 5.10. Los favoritos firmaron tablas, pacto de no agresión. El Jumbo respetó y defendió con éxito la roja de Kuss, a un paso de lograr suceder a Evenepoel en el palmarés de la Vuelta. Sin diferencias entre los hombres de la general en la última cita de montaña. Llegaron todos juntos a 9.29 de Remco. Tan solo destacar que Vingegaard se dejó ir al final y cedió 9 segundos intrascendentes, como los 3 que se dejó Landa. Kuss se puede considerar vencedor virtual de la Vuelta, a falta de la "clásica" de la Sierra de Madrid. El podio sigue siendo amarillo cien por cien. Al americano le sigue Vingegaard a 17 segundos y Primoz Roglic tercero a 1.08. Juan Ayuso encabeza el trío español, cuarto, Landa es quinto a 4.19 y Enric Mas sexto a 4.30. "Hay que esperar, es un paso adelante para lograr la roja. Gracias a mis compañeros por ayudarme. Estamos contentos con la general, hemos corrido de forma más defensiva", dijo Kuss en meta.
EVENEPOEL, BERNAL Y ERVITI ENTRE LOS REBELDES DEL DÍA
Pola de Allande, un pueblo de 1.600 habitantes, lanzó la etapa cien por cien asturiana. Una última opción para los escaladores y los aspirantes a alterar el esquema de "ordeno y mando" del Jumbo, entre ellos Ayuso, Mas y Landa. También con el morbo de ver cómo iba a gestionar el equipo de los tres tenores la pelea por la roja. No tardó en formarse la escapada. De nuevo Remco Evenepoel alteró el orden con un traca de intentos. Finalmente se marcharon 14 corredores, junto al campeón belga nombres destacados como Egan Bernal, Caruso, Imanol Erviti, Andreas Kron, un proyecto muy serio con el beneplácito de un pelotón que entregó la etapa. Rebeldía aprobada por el Jumbo, que permitió un retraso de 7 minutos en la cima del primer puerto, el Alto de las Estacas (2ª, 5,1 km al 7,5%), por donde pasó en cabeza Evenepoel recaudando puntos para garantizar de manera matemática su maillot de puntos azules. La idea del pelotón se concretó en el Puerto de San Lorenzo (1ª, 9,9 km al 8,6% / máx 16%), donde la ventaja aumentó a 10 minutos. La victoria de etapa estaba delante, el interés real pasó a depender de la actitud y del plan del Jumbo en la última subida.
JUMBO SE OLVIDA DE LA ETAPA, REMCO ASEGURA EL TRIPLETE
Evenepoel no cejó en su afán de ser de nuevo el protagonista de la etapa. Desde la "pájara" del día Tourmalet su ambición le rebosa. En las duras rampas del Tenebredo (3ª, 3,4 km al 9,5 y rampas del 20,) redujo el grupo de cabeza a 6 hombres, coronó con la camiseta de lunares ya blindada y se quedó solo ante el mundo. A su aire, Evenepoel desfiló tranquilo, se quedó sin rivales en la primera de las dos subidas previstas al Puerto de La Cruz de Linares (1ª, 8,3 km al 8,6), nuevo escenario en alto de la Vuelta, y en la segunda y definitiva aún aumentó las diferencias. Remco cruzó la meta con tiempo para degustar su cuarto triunfo en la Vuelta, señalándose la cabeza con el dedo, un mensaje equivalente a "hay que correr con cabeza". Por detrás aún se mantenía la duda: ¿Habrá conflicto en el Jumbo por hacerse con la roja?. El grupo de la alta jerarquía se alteró ligeramente con el ritmo del Bahrain de Mikel Landa, por aquello de ganar un puesto en la general, pero los cambios de ritmo del alavés no asustaron a nadie. También lo intentó Juan Ayuso, con idéntico resultado.
La suerte estaba echada. A 3,5 de meta el trío del Jumbo se puso al frente con Vingegaard, de guardia de seguridad, Roglic y el líder Kuss a rueda de sus compañeros. Poco margen de maniobra. No hubo voluntad de derrocar al americano, ni se intentó. En la cima el objetivo estaba cumplido. Kuss está a un paso de ganar la Vuelta. Los españoles, conformistas ante sus posiciones fuera del podio. Es lo que hay. Con este Jumbo las plazas de honor están muy caras. Este viernes la decimonovena etapa de la Vuelta se disputará entre La Bañeza e Ìscar, de 177,1 km. Una clara oportunidad para los esprinters, la penúltima antes de la llegada el domingo a Madrid.