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Resignación en el club ante el intervencionismo de la propiedad

21/08/2019 - 

VALÈNCIA. Entre la resignación y el desconcierto. De esa manera vive la parcela deportiva del Valencia CF la situación generada por las instrucciones que emanan de la propiedad y que están marcando las directrices en este tramo definitivo del mercado de fichajes a la hora de configurar la composición definitiva de la plantilla.

Las diferentes reuniones de ayer en Paterna no hicieron sino evidenciar que el área deportiva del club se mueve en unos parámetros bastante distanciados de los que ha elegido el propietario.

La sarcástica respuesta de Anil Murthy al ser preguntado el martes por la mañana por Rafinha: “Es el mejor jugador del Barça”, dijo sonriendo, deja bien a las claras la diferencia de parecer entre ambas parcelas. La frase de Murthy es un dardo a la reflexión de Marcelino, el sábado en el post partido, al ser preguntado por la destacada actuación del brasileño en Bilbao: “El partido de Rafinha demuestra que en el área deportiva estamos en lo cierto”.

Rodrigo es otro de los casos que deja a las claras que los planes del área deportiva tienen un peso nulo en la hoja de ruta marcada por el dueño del club. Mientras en Valencia se tenía la esperanza de poder marcar una fecha límite para el traspaso de Rodrigo con el objeto de tener tiempo suficiente para reaccionar en el mercado y cubrir la baja si esta se producía, desde Singapur se recordó la voluntad de traspasar al futbolista si fuera necesario incluso en el último minuto del mercado.

En la dirección deportiva confiaban en que si superaban esta semana y Rodrigo seguía en el vestuario, finalmente el jugador no saldría. El escaso margen de tiempo para reaccionar y activar el recambio si el jugador era vendido la última semana les hacía concebir esperanzas en que si esta semana el dueño no vendía, el jugador ya no saldría en la recta final del mercado. Esa percepción ha cambiado. Los tiempos los marca Peter Lim.

Por un lado, la dirección deportiva continúa realizando su trabajo por si se acabara produciendo la marcha del hispanobrasileño. Igual que hizo en el comienzo de verano al elegir al jugador Ayoze Pérez como primera alternativa a una hipotética baja de Rodrigo. Sin embargo, el canario decidió no esperar y cambió el Newcasttle por el Leicester. La lista de los nombres para sustituir a Rodrigo está ya confeccionada, pero no hay constancia de que se le vaya a dar uso y si los recambios podrán activarse a última hora.

Desde la parte deportiva se entiende que el nuevo modelo de funcionamiento impuesto por el propietario,no debería ser obstáculo para que se busque un posible sustituto de Rodrigo si el internacional acaba saliendo. Sin embargo, el distanciamiento entre los criterios de unos y otros es de tal magnitud que ahora mismo no hay seguridad de quién va a ser el que elija al posible sustituto, ni del montante económico que quiera invertir Peter Lim a la hora de apuntalar una plantilla con tres competiciones por delante y que va a volver a jugar Liga de Campeones.

No hay seguridad de cuáles son los planes para afrontar los últimos doce días de mercado de un verano en el que nadie desde la parte deportiva entiende qué está pasando para cambiar un modelo que había sido exitoso en esa parcela.

A los protagonistas sólo les queda centrarse en el día a día, dado el blindaje emocional que se pretende llevar a cabo para que la plantilla, posicionada incondicionalmente al lado de su entrenador, siga con la única idea en la cabeza de entrenar como hasta ahora y seguir siendo un bloque competitivo. La duda estriba en saber hasta cuándo se podrá mantener esta situación de tensión en el ambiente que no parece tener ya marcha atrás.

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