El extremo fue una de las grandes novedades en la vuelta al trabajo del equipo en Paterna tras superar la grave lesión de rodilla que sufrió a finales de 2016
VALENCIA. Rober Ibáñez volvió a sonreir este jueves en la vuelta al trabajo del Valencia CF tras la gira por Norteamérica. El habilidoso extremo fue la nota positiva del entrenamiento cuando se reintegró al grupo encabezado por el técnico asturiano tras dejar ya olvidad su grave lesión de rodilla.
Y es que la mala suerte se cebó con Rober puesto que tuvo un complicado inicio de temporada el año pasado tras su cesión al Getafe ya que apenas contó para Garitano, puesto que no fue hasta la jornada siete cuando empezó a tener minutos pero cinco jornadas más tarde, en su estreno como titular anotó dos tantos pero sufrió una grave lesión de rodilla.
Fue a finales del mes de noviembre, cuando Rober ya empezó a poner su cabeza en la siguiente temporada y en recuperarse. Los meses han sido largos pero ahora, ocho meses después, volvió a trabajar para volver a demostrar que tiene sitio en Primera Divisón, su intención en esta pretemporada.
El buen desempeño de Nando y de Nacho Gil le complican las cosas mucho en el Valencia CF, pero Rober no se rinde y espera poder contar con oportunidades durante los tres amistosos que quedan de pretemporada para poder mostrar a Marcelino y a todo el mundo del fútbol que la lesión ya está olvidada y que es válido como demostró en Granada y Leganés.
El sábado el Valencia CF viaja a Inglaterra para enfrentarse al Bournemouth pero antes de eso todavía quedan tres sesiones de trabajo por delante y habrá que ver las intenciones que tiene Marcelino con Rober. La lesión de Nani y la ausencia de refuerzos pueden abrirle la puerta de los amistosos, mientras el jugador recupera la sonrisa la volver a sentirse futbolista.