VALÈNCIA. Lazio y Roma protagonizaron un partido intenso en el Olímpico, lo esperado en un derbi en el que las ocasiones de gol brillaron por su ausencia, algo que condujo al empate a cero que dejó a la capital italiana huérfana, sin dueño, con ambos equipos todavía fuera de puestos europeos.

No había un empate en el 'Derbi de la Capitalle' desde enero 2020. Para ver el último sin goles hay que remontarse a abril de 2018. Hbo mucha tensión en el césped, muchos amonestados, protestas y peleas fruto de una rivalidad histórica que se abre de par en par dos veces al año. Poco fútbol. Apenas dos acercamientos claros del Lazio en los pies de Luis Alberto pudieron realmente inclinar la balanza para los 'laziali'.

Y eso que empezó mejor el combinado de José Mourinho, mucho más enchufado y directo en los primeros compases aunque incapaz de superar con claridad el entramado defensivo de un Lazio bien plantado y organizado en defensa que fue creciendo liderado por su director de orquesta, un Luis Alberto que levantó a su afición de los asientos cuando impactó con el interior de su bota derecha un balón que se estrelló en la misma escuadra para decepción del Lazio.

El disparo dejó mareado a un Roma condicionado por las amarillas de Mancini y Ndicka que le impidieron mantener esa agresividad en defensa a la hora de robar y que permitieron crecer a un Lazio que volvió a gozar de un disparo desde el punto penalti, otra vez de Luis Alberto, que el español no acertó a definir bien y mandó por encima de la puerta de Rui Patricio.

Volvió a ser mejor el Roma en el inicio de la segunda mitad. Más seguro de sí mismo, mejor plantado en el campo. Pero volvió el Lazio a subir el nivel e igualarse a su rival, negando a Dybala la comodidad suficiente como para que creara ocasiones con su zurda mágica.

La igualdad solo podía romperse en acciones individuales o errores puntuales. No los hubo. Las defensas estuvieron muy serias y evitaron cualquier tipo de acción peligrosa. El marcador no se movió y se confirmó el empate tras 90 minutos de guerra infructífera que deja al Roma séptimo con 18 puntos y al Lazio, décimo con 17. Dos jornadas seguidas sin perder para el Roma, dos seguidas sin ganar para el Lazio.