VALÈNCIA. Nadie puede decir que Rui Carlos Pinho da Vitória (Alverca do Ribatejo,1970), más conocido como Rui Vitória, no se ha ganado a pulso su estatus como técnico. El fútbol y la vida le han deparado durante sus 52 años un camino repleto de obstáculos que ha sabido sortear a base de madurez, trabajo y formación.
El Valencia CF contactó con IDOLOÁSIS FUTEBOL (IF), agencia de futbolistas que cuenta con dos oficinas de representación en Portugal, Lisboa y Oporto, y una en Brasil, Sao Paulo. Según desveló Plaza Deportiva, el motivo de la llamada era preguntar por la disponibilidad y las condiciones laborales de Rui Vitória, el técnico portugués de 52 años que en diciembre dejó el Spartak de Moscú por los malos resultados y por diferencias con el propietario de club, Leonid Fedún. El contacto lo realizó un intermediario; el Valencia, directamente, no se ha puesto en contacto con esta agencia de representación.
Rui Vitoria fue un jugador de nivel medio que llegó a disputar la segunda categoría del fútbol luso, pero siempre tuvo alma de entrenador. De hecho, colgó las botas con tan solo 32 años para aceptar la propuesta del banquillo del Vilafranquense de Segunda División. Un estudioso del fútbol que complementa la experiencia de toda una vida en los vestuarios con una reseñable formación académica en Educación Física.
La trayectoria de Rui Vitória desde los banquillos más modestos de Portugal hasta su exitosa etapa en el Benfica entre 2015 y 2019 es de esas que invita a pensar que los sueños se cumplen. La prematura pérdida de sus padres, así como las limitaciones económicas e institucionales de los clubes donde ha militado (problemas extradeportivos, conflictos, impagos…) han labrado en el portugués un carácter sólido y sereno, muy preparado para lidiar con situaciones caóticas y atmósferas complicadas en las altas cúpulas de los clubes. Sus éxitos así lo acreditan.
Tanto en Paços Ferreira como en Vitória de Guimaraes, Rui Vitória se encontró con conjuntos muy limitados en recursos y con escasa estabilidad financiera. Sin embargo, los resultados fueron fantásticos: una final de Copa de la Liga con Os Castores en 2011 y un título de Copa de Portugal dos años después con el centenario club de Guimaraes, batiendo al Benfica en la final.
Su buen hacer y el extraordinario rendimiento al frente de este tipo de banquillos le abrieron las puertas del histórico Benfica. Aquel fue el reto que lo lanzó definitivamente a la élite. Durante casi cuatro años, completó un enorme trabajo que se materializó en un gran éxito tanto en lo deportivo como en lo económico. Levantó títulos y fue clave para la aparición y el desarrollo de jóvenes canteranos como Joao Félix, Gonçalo Guedes, Rúben Dias o Renato Sanches entre otros. Todos ellos jugadores fijos en la selección portuguesa de Fernando Santos.
Dos años en Arabia Saudí y una corta experiencia en el banquillo del Spartak de Moscú completan la trayectoria de un técnico pragmático, capaz de adaptar tanto su filosofía como su estilo de juego a los recursos y los jugadores de los que disponga. Amante del buen trato de balón, el mejor Benfica de Rui Vitória hizo del fútbol asociativo en tres cuartos de campo y de la agresividad sin balón dos señas de identidad. Sin embargo, ha mostrado una indudable capacidad de adaptación en lo táctico a lo largo de los años, quizá avalada por un aprendizaje forzado tanto en los banquillos más modestos como en la vida misma.