/ OPINIÓN

San Mamés: la Catedral del fútbol

9/02/2022 - 

VALÈNCIA. San Mamés la Catedral del fútbol, los leones las bufandas extendidas, una afición entendida y Marcelino 'El Gran Pastor' en el banquillo dirigiendo a un histórica hacia una final de Copa más y a la que están casi acostumbrados. 

Detrás un mundo de recuerdos de una Copa del Rey en Sevilla como Marcelino y el Valencia ganando al Barça de Messi y la euforia desatada. Todo se truncó con su cese y su recambio y Meriton volvió a romper un proyecto deportivo ilusionante que no teníamos desde que rompió el primero en el 2015. 

De aquellos tiempos estos lodos. El error condujo al club a no estar en Europa y la inversión se fue a pique, la ilusión desapareció y la angustia invadió a miles de aficionados de temer por un presente descorazonador y un futuro incierto. Para postre nos obsequiaron con otro entrenador Javi Gracia y tampoco nos explicaron que objetivos se pretendían. O sea, sin debate no hay aclaración y así seguimos, pensando en el por qué de aquello y sumidos en un cabreo permanente.

Pero Marcelino se fue a San Mamés y ahora con el respeto a un magnífico entrenador, ya no estamos para muchos lamentos (ya tenemos bastantes). Estamos con otro míster, humilde llamado Bordalás y 'La Bordaleta'... son indivisibles como el club y su afición. Hay que borrar la pesadilla, hay que seguir con los sueños que nos indican que el partido contra el Athletic no es una disputa entre Marcelino y los dirigentes, no es un partido entre opiniones enfrentadas y posicionamientos rencorosos. Es un partido, mejor dicho dos, donde esos sueños emergen tras dos temporadas aciagas y desoladoras. Una eliminatoria feroz, titánica, con el componente sentimental de los buenos recuerdos, pero con un sentimiento único: que nuestro Valencia CF, llegue a la final. Solo eso importa.

Habrán sentimientos encontrados, rabia de lo que pudo ser y no lo fue, pero llega el momento donde nuestra gran afición está ilusionada (por fin) en que su equipo al mando de un trabajador humilde, confuso y presionado por todo el mundo, sea capaz de la gesta, de esas hazañas reservadas para los más grandes. Y el Valencia es grande, histórico, más que el Athletic, más que muchos y menos que nadie. Bordalás lo sabe. No se amilana, ni le importa el toque sentimental que argumentan los de la orquesta desafinada, los que se sitúan por encima del club, los que incluso dicen, serían felices si el Valencia perdiera. Insensatez que raya en la estupidez y que debe ser efecto de la pandemia. Una visita al psiquiatra como hago yo, les vendría bien para ordenar sus pusilánimes ideas de devastación.

Amigos lectores, hay equipo para competir, con carencias, como las tiene el Athletic Club, con un partido de ida y otro de vuelta. Demos pues la vuelta a la situación de crítica devastadora y estas tres semanas mantengamos la ilusión de otra final en Sevilla -Tierra Santa- de una final donde no importa el rival y sí el entorno de ilusión que se crea. Apoyemos a muerte a Bordalás y al equipo (el nuestro) y como ha hecho la CN10 con otras iniciativas, inundemos las redes y los comentarios de ánimo a nuestros jugadores, tenemos que llevarlos en volandas porque ellos se van a dejar la piel y van a competir hasta caer en el césped extenuados, sin aliento y merecedores de un escudo que a todos nos representa.

Es el momento. Luchamos también contra los árbitros. Iglesias Villanueva en el VAR. Luchamos contra nosotros, luchamos contra un gran equipo, pero nosotros podemos. El Valencia sí quiere puede. Se lo han de creer y para eso estamos, para tener fe y soñar con una final espectacular que nos llene de orgullo y nos de otro título y la vuelta a Europa. No hay más. El resto de discusiones son frivolidades que están de sobra. El Amunt Valencia debe resonar fuerte, orgulloso y con la cabeza bien alta. En San Mamés, en Mestalla y en el mundo entero. E gigante debe despertar. Deseo que sea en la Catedral ante unos leones aguerridos. Jugadores y entrenador 'vuestra es la gloria, nuestra la pasión'. Amunt y a por ellos.

Noticias relacionadas