¡Sancionan al Valencia con 12 puntos!

VALÈNCIA. Estos días se ha conocido la sanción a la Juventus por el ‘caso plusvalías’, el enjuague con el que los turineses (y un puñado de clubes italianos) manipularon sus balances a través del trueque de jugadores, ficcionando el valor de los futbolistas en compraventa. Como castigo, el Tribunal de Apelaciones le sustrae 15 puntos que ahora están en recurso ante el Comité Olímpico Italiano. 

Un poco eso es lo que le está ocurriendo al Valencia cada año desde que está en manos de un holding con base en Asia con una dirección subcontratada. Cada temporada desde entonces el Valencia parte con cerca de 12 puntos menos. No es una exageración ni una de esas valoraciones flácidas sobre la mala suerte constante de esta propiedad. Es simplemente la medición de la tendencia. Y como ‘lo bueno’ de Peter Lim es su persistencia, ofrece ya una trayectoria lo suficientemente extensa como para saber que esta temporada no es un accidente, sino simplemente el modelo, la consecuencia de un patrón. 

Es complicado tener aspiraciones cuando arrastras un hándicap de 12 puntos, un lastre pesado que obliga al club a brillar por encima del valor de su plantilla cuando quiere ocupar posiciones respetables.

Desde la temporada 97/98 la Liga es de 38 jornadas (y desde dos años antes las victorias sumaban tres puntos). A partir de esa fecha, y antes de la llegada de Lim (considerando la 14/15 como el inicio de su obra), el Valencia conseguía de media 63,6 puntos. Es el resultado del desempeño a lo largo de dieciocho cursos seguidos, tiempo suficiente para medir las constantes vitales de un club. Si consideramos, en cambio, que su primera temporada fue la 15/16 (en la que pudo construir su proyecto desde el inicio), entonces la media del Valencia en las diecinueve temporadas precedentes se eleva hasta los 64,4 puntos. 

¿Qué puede haber pasado a partir de su desembarco? Si la 14/15 fuera la primera temporada de Meriton, el club se estrecharía a 54,1 puntos como media. Si se toma por inicial la 15/16, baja a 51,2 puntos. En cualquier de los dos casos, una recompensa bien magra. (En ambos escenarios se cuenta la puntuación de esta temporada a partir de la proyección actual). 

Un menoscabo entre los 9,5 y los 13,2 puntos que solo puede significar una cosa: la presencia de Lim le cuesta muy caro al club. Por mucho que los discursos ‘bienquedas’ o los esbirros con esvásticas intenten desviar el foco, el centro de la diana de esta masacre societaria tiene que ver con que el modelo Lim supone una sanción dolosa cada curso. El resto, simples pasatiempos con entrenadores más o menos capaces intentando sobreponerse a ese lastre. Gattuso ni tan siquiera fue original en la puesta en escena: bravura y carisma / dudas y exigencia a la propiedad / malos resultados y efecto suflé. 

¿Significa que sin Lim el Valencia regresaría a su media habitual? Desde luego que no, sobre todo partiendo de este estado de inmunodeficiencia en el que queda la institución. Sí significa que con Lim el Valencia seguirá iniciando cada año con cerca de 12 puntos de sanción.