VALÈNCIA. La vicealcaldesa y concejala de Desarrollo Urbano, Sandra Gómez, exigió este martes que el nuevo Mestalla no sea más pequeño que el actual tras la reunión mantenida entre el alcalde de Valencia, Joan Ribó, y el presidente del Valencia, Anil Murthy, sobre las obras del nuevo estadio valencianista en la que Gómez no participó.
“Como ciudad y ayuntamiento estamos deseando ver cómo empiezan las obras del nuevo estadio y verlo por fin acabado, pero no vale cualquier proyecto ni acabarlo de cualquier manera, no nos conformamos con un proyecto ‘lowcost’ ni un estadio que sea más pequeño que el actual”, subrayó Gómez.
La vicealcaldesa expresó que el Valencia es un club que se merece tener un estadio de Primera, que cumpla con las expectativas de la afición después de este largo recorrido de casi veinte años trabajando con el club para buscar una solución y opinó que “sería 'malresolverlo' si acabamos planteando un estadio que sea más pequeño”.
Gómez (PSPV) reiteró que esta es la posición que quieren mantener y que el lunes comunicó al equipo de gobierno, mientras que el alcalde Joan Ribó (Compromís) señaló que el aforo, que apuntó que tendrá aproximadamente una cabida comparable con la que tiene el estadio, pero ampliable a 63.000 asientos, no es un elemento fundamental.
Gómez no ve con buenos ojos ese aspecto “ampliable” y dijo que “si el Valencia quiere mantener la recalificación urbanística de la Acción Territorial Estratégica (ATE), que va a generar muchos beneficios al club, pedimos que invierta parte de esos beneficios, y reitero, parte, en mejorar el proyecto del estadio”.
“Si el club quiere mantener los beneficios tiene que ser a cambio de acabar bien esta historia, creo que merece la pena, el estadio va a ser para siempre, va a pasar de generación en generación, por eso merece la pena el esfuerzo, la contundencia y firmeza frente a la propiedad de exigir que cumplan con el estadio al que se comprometieron hace años o al menos que el resultado no sea mas pequeño que el actual”, agregó.
Gómez no quiso hablar de un número concreto de aforo y se mantuvo firme durante toda su declaración en que su posición es la que les parece justa para la ciudad, para el club y la afición.
“Las propiedades van y vienen, pero el club pervive y las instalaciones deportivas no se cambian. Merece la pena el esfuerzo para que los que hoy tenemos la responsabilidad podamos decir el día de mañana que hemos cumplido y hemos hecho las cosas bien”, finalizó.