ALICANTE. Maldito pisotón. Oriol Soldevila ya trabaja en su recuperación... con la mirada puesta en el primer encuentro del 2025 y último de la primera vuelta, el que enfrentará al Hércules con el Betis Deportivo el fin de semana del 10 y 11 de enero. Esa es la cruda realidad del mediapunta. El paso de las semanas dirá si aumentan o no sus opciones de alcanzar el alta competitiva de cara al envite contra el Sanluqueño, pero ahora mismo todo apunta a que se perderá también ese choque; es decir, Rubén Torrecilla no podrá contar con el máximo realizador del equipo en los cinco partidos que le restan al equipo blanquiazul por disputar antes del parón de Navidad.
Si un esguince de tobillo le frenó en su mejor momento desde que juega de blanquiazul, cuando se le caían los goles de los bolsillos y era firme candidato al 'pichichi' del grupo y por extensión de la Primera Federación, la fractura en la falange distal del dedo gordo de su pie izquierdo le va a impedir alimentar antes de que se abra la ventana de fichajes de enero las razones que han llevado a fijarse en él a clubes con equipos que militan en categoría superior. En Foguerer Romeu Zarandieta había quien se frotaban las manos con lo anterior para desazón del técnico Torrecilla. Veremos ahora qué ocurre en enero; el preparador blanquiazul puede perder para cinco envites al que se ha destapado como futbolista más definitorio de la plantilla en lo que llevamos de curso pero, a cambio, también encontrarse con la posibilidad de alinearlo toda la segunda vuelta... como segundo punta, rol en el que empezaba a ver con fuerza al canterano del Barça.
La cámara hiperbárica de Klinik PM espera a Soldevila, quien estos días, con una férula vistiendo su pie izquierdo, el que usa para chutar, se ejercita (dentro de los límites que le permite la fractura) en las instalaciones de NH Training Concept, donde durante las semanas en las que estaba apto para jugar ya realizaba trabajo adicional a iniciativa propia.