Es el central en el que más confía Marcelino. Sin duda alguna que el argentino Ezequiel Garay constituye uno de los pilares del equipo que ha reconstruído el entrenador asturiano. Si está en condiciones es siempre titular. El problema es que no siempre está en condiciones.
Con la llegada de Piccini se cierra el lateral derecho pero se abre una nueva contingencia. Según los cupos que Marcelino pretende para conformar su plantilla, sobra un defensa.
Pese a que cuando llega el verano los focos se centran en los delanteros, cualquier entrenador sabe que los equipos deben formar plantillas equilibradas. Fundamentalmente aquellas que deben intentar competir al máximo nivel y no disponen de las cantidades monetarias debidas como para acudir al mercado para fichar hombres de ataque que marquen las diferencias.
Pese a que existe la creencia generalizada de que el Valencia sufre a pelota parada, la realidad es que el verdadero punto débil de la defensa son los balones laterales. Hasta doce goles ha encajado el equipo valencianista en lo que llevamos de liga.
Las parejas de centrales formadas por el colombiano Jeison Murillo y el argentino Ezequiel Garay, junto a la constituida por el brasileño Gabriel Paulista y Murillo, son las más efectivas en el centro de la zaga del Valencia
Contratiempo para Jeison Murillo. Si es siempre mal momento para parar, al colombiano se le multiplican las causas por las que maldecir paréntesis en su progresión. El defensa aspiraba a estar en el mundial de Rusia con su selección.
El técnico tiene lesionados a Murillo y Garay y no va a poder seguir con sus rotaciones en defensa. Si el argentino no se recupera es posible que recurra al filial
Marcelino ya se ha puesto en contacto con el jugador tras una segunda oferta de renovación del Oporto y el evidente interés de equipos de la ligas italiana e inglesa por hacerse con el defensa.
El equipo que dirige el técnico Pedro Martínez no dejó que el equipo belga anotara más de catorce puntos en ningún cuarto