Timón alicantino

VALÈNCIA. Vivimos los valencianistas unos días felices, eufóricos, confiados, esperando con ansia el partido contra Osasuna y deseando seguir con esa línea de trabajo y buen hacer táctico que ha mostrado el equipo de Bordalás. Entretanto hemos pasado una jornada de selecciones que nos ha servido para observar una revalorización enorme de Gayá y sobre todo de Carlos Soler. Ambos han mostrado un excelente nivel y confirman el buen comienzo de temporada que están realizando en el Valencia. Lástima esa sobrecarga de Gayá. Deseamos que se recupere para el domingo. Dejando de lado el más puro aspecto futbolístico, pasemos a hablar de las sensaciones, opiniones y consideraciones que se vierten en el mundo del fútbol.

Amores y fobias 

Hay que ver como cambian las percepciones sobre las personas en espacios de tiempo relativamente cortos. Tenemos muchos casos en los que la opinión sobre un jugador, entrenador o presidente varían incluso durante el desarrollo de un partido de fútbol o de un determinado lance del juego. Con los colegiados quizás estemos más de acuerdo casi todos en que siempre nos pitan en contra y no variamos tanto nuestras percepciones. Tenemos muchos casos de variaciones en esas percepciones que estoy comentando. Los más veteranos se acordarán del debut del matador Mario Kempes tras venir de Argentina y, casi sin bajar del avión, saltó al campo de Mestalla y lanzó un balón muy desviado. Las críticas y los silbidos se hicieron notar. Pocas semanas después los aplausos y las alabanzas eran continuas hasta el punto de la idolatría. Recuerdo también lo que tuvo que soportar para convencer a Angel Castellanos. Al final convenció a la afición porque a los entrenadores siempre les convencía. Cuando jugó el Valencia en Granada me acordaba de que quizás, ese era el ángel que necesitaba el Valencia para la parcela defensiva del centro del campo. Un fuerte abrazo Angel. En cuanto a presidentes todos han sufrido críticas feroces y alabanzas desorbitadas. También con los entrenadores. Ranieri, Cúper, Benítez, Quique Sánchez Flores, Parreira, Valdano, Neville, Prandelli... disfrutaron de los sabores de la miel y lo contrario. En el Valencia de hoy tanto Pepe Bordalás como Foulquier como Hugo Duro fueron objeto de comentarios no muy amables y ahora engrandecen la ilusión de los aficionados. Guedes es objeto de adoración y de desesperación según su participación en cada partido. Es fútbol.

Agradecimientos controvertidos

Comento todo esto porque os iba a comentar una anécdota personal. Cuando abandoné por primera vez el Valencia CF tras ganar el Valencia la Copa del Rey, la Liga y llegar a dos finales de Champions League, recibí la llamada del Hércules CF para hacerme cargo de la dirección deportiva del club que estaba en 2 B. Para mí era un reto y al segundo año ascendimos a 2A. En la celebración del ascenso en la plaza de Luceros de Alicante y en un ambiente de euforia desatada, el máximo accionista Enrique Ortiz tomó el micrófono y dijo entre otras cosas: Ha tenido que venir un "valenciano" , refiriéndose a mi, para subirnos a segunda A. La rivalidad entre alicantinos y valencianos hizo que algunos asistentes empezarán a silbarle  aunque otros seguían aplaudiendo. Quizás no fue la frase más adecuada que querían escuchar los aficionados del Hércules debido a la comentada rivalidad, tanto futbolística como regional. Y ustedes dirán por qué estoy diciendo esto. Pues bien, lo comento porque veo que Pepe Bordalás que era un entrenador silbado cuando venía con su Getafe peleón, guerrero e incómodo ha revertido la situación y ahora mismo tiene encandilado a todos. A los dirigentes y a los aficionados. Y porque me encantaría que cuando finalice esta temporada Anil Murthy cogiera el micrófono y tras haber conseguido algún título o la clasificación europea dijera : Ha tenido que venir un "alicantino" para conseguir un título o la clasificación europea. Los valencianistas aplaudiremos a rabiar sin duda. Ojalá.