ALICANTE. La semana pasada dijo en el mismo lugar que no había hablado con Enrique Ortiz, y sí con Francisco Peña y los capitanes, pero siete días después no solo señalaba lo contrario, es que apuntaba que le había dicho al empresario que el equipo iba a subir "por motivos propios": "Le dije a Enrique (Ortiz) que nosotros íbamos a ascender por motivos propios", señalaba Rubén Torrecilla en la sala de prensa del estadio Rico Pérez, solo unas horas después de que el Intercity (y el Hércules) hubiesen hecho oficial que rompían las negociaciones para fusionarse y a dos días de recibir al Saguntino.
El argumento que sí venía a repetir es el de que había apostado por no volverse loco y no pensar en el asunto porque "hasta que las cosas no se hacen no hay que hacerlo": "Estamos centrados en lo que toca, en lo nuestro. La pasada semana ya había revuelo con la fusión y fuimos capaces de ganar en un campo muy difícil, por lo que sólo pensábamos en el siguiente (partido)", ampliaba.
Ya en el plano deportivo, el técnico blanquiazul no variaba su discurso con respecto a semanas atrás, aunque al calor de la victoria en Alzira le daba un carácter más optimista. Torrecilla seguía instalado en el "partido a partido" y el "a ver cómo estamos el día del Lleida", al tiempo que recordaba que siguen en disposición de conseguirlo todo, que tienen "al alcance lograr el ascenso directo": "Los tres puntos (por victoria) te hacen estar al alcance de cualquier objetivo si pillas una buena racha y los rivales una mala", algo que precisamente sucedía el pasado fin de semana (cuando Hércules y Sant Andreu ganaron, pero Europa, Lleida y Badalona perdieron), aunque luego moderaba el mensaje, al pronosticar un final de curso "igualado".
"Estamos centrados en el partido a partido y veremos dónde estamos en los dos últimos partidos ante Badalona y Lleida", reiteraba para, admitir que el grupo había trabajado con "alegría" tras haber puesto fin a una racha negativa de seis jornadas sin ganar: una derrota y cinco empates, por ese orden.
"Ganar y ver cómo los rivales pierden te da alas. Todo suma porque eres más feliz cuando ganas", añadía tras una sesión de trabajo sobre el verde del estadio Rico Pérez y abierta al público, con más de 300 aficionados en las gradas, de los que la inmensa mayoría eran niños.
Otro rasgo de su discurso que se mantiene parcialmente es el del acierto, toda vez que el técnico insistía en que la diferencia entre el Hércules de la primera vuelta y el de la segunda era la ausencia del mismo: "Ahora los rivales nos defienden en un bloque más bajo y no nos dan tantos espacios. Por lo que hay que trabajar los espacios. Tenemos que seguir así, pico y pala, pico y pala hasta la segunda parte, que es la que se deciden los partidos", explicaba, poniendo el acento (como hiciera tras el choque en el Luis Suñer Picó) en el buen nivel físico de los suyos, algo que le permite llegar al final de los encuentros en plenitud, al tiempo que confiaba en poder disponer de Retuerta, Miguel Marí y Dapaah, quienes se están viendo lastrados por diferentes dolencias.