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Tres de los nuestros

FOTO: VALENCIA CF
7/02/2021 - 

VALÈNCIA. El primer gran error que cometió Peter Lim a principios de temporada fue el de no dar continuidad a un proyecto ganador. Prescindió de los servicios de Mateu Alemany y Marcelino. Con esta decisión, el propietario se pegó un tiro en el pie. Y por esa herida ha sangrado el club desde entonces. Tomada esta desacertada decisión, Lim nos volvió a sorprender. Pero para mal. Porque lejos de reconocer su error y corregirlo, prefirió ser reincidente en su equivocación. Es decir, en lugar de reconstruir un equipo que había perdido a sus principales baluartes, optó por no realizar fichajes y apostar por una plantilla de perfil bajo. Para más inri, diseñada por unos neófitos en el mundo del fútbol. Tras una planificación calamitosa, sin refuerzos que llevarse a la boca, el Valencia comenzó a mostrar todas sus vergüenzas. El resultado ya es de todos conocido. Unos meses de angustia coqueteando con los puestos de descenso.

Sin embargo, al igual que la vida, el fútbol le ofreció a Lim una nueva oportunidad para corregir el desaguisado. La ventana de fichajes de invierno no ofrece grandes posibilidades, es cierto, pero siempre se puede apostar fuerte para salvar una temporada que se tuerce. Así, el propietario pareció darse cuenta de que lo de bajar a Segunda no era ninguna broma, y autorizó la llegada de refuerzos. Aunque, bien es cierto, tampoco decidió tirar de chequera para intentar regresar a Europa. Con estos movimientos, Lim ha dejado muy claro que su objetivo en Mestalla no es lograr que el Valencia regrese al lugar que le corresponde en el panorama futbolístico. El objetivo del magnate asiático es mantener un perfil discreto de gasto, desde el que poder seguir realizando todos sus movimientos mercantiles de jugadores en los próximos dos años. Porque, no se engañen, Lim puede ganar muchísimo dinero con la venta de los principales activos del equipo.

Llegados a este punto, el mercado de fichajes nos ha deparado la llegada de tres nuevas incorporaciones: Ferro, Oliva y Cutrone. A Cristiano Piccini no lo considero un fichaje. Para mí, el italiano ya es como de la casa. Vuelve tras una cesión. Ferro, Oliva y Cutrone no son tres refuerzos de relumbrón. Ninguno de ellos es un refuerzo de los que ilusiona a la afición. Nadie se sacaría el pase para ver jugar a Ferro, como en su día lo hizo tras el fichaje del gran Romario. Esta semana, la llegada de estos jugadores abrió el debate en la hinchada. Partidarios a favor y en contra. Opinar es algo habitual. Es cierto que éstos jugadores pueden ser más o menos conocidos, te pueden gustar mucho o poco, pero más cierto es todavía que los tres fichajes ya están aquí. En Mestalla. Con la camiseta del Valencia. Y desde ese momento ya son de los nuestros. Hay que apoyarlos al máximo y desear que su rendimiento sea el idóneo.

Si me permiten una licencia, y aún a riesgo de equivocarme, creo que Christian Oliva es un buen fichaje. De los tres, es el que me genera más confianza. El uruguayo llega al Valencia tras su formación en el Nacional y su adaptación al fútbol europeo en una liga tan exigente y de rigor táctico como la italiana. Oliva llega a Mestalla en el momento justo para dar el salto cualitativo como futbolista. Por lo que me cuentan, es un tipo ambicioso, de los que no se arrugan y aceptan responsabilidades. Además, llega para reforzar una posición de la que el equipo andaba huérfano. Porque el Valencia no tiene un medio centro al uso. Un futbolista ancla. El perfil de Oliva también le permite a Javi Gracia realizar variantes tácticas en el once. Mover el sistema de juego y tener un plan B para cada partido. Algo que espero ver ante el Athletic. De Marcelino no voy a hablar. A otro perro con ese hueso….

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