Un mercado ficticio

VALÈNCIA. Un mercado ficticio. Eso es lo que percibo cuando veo los precios que se están fijando en los jugadores 'estrella' de cualquier equipo de Europa. No hablo exclusivamente del Valencia CF. Creo que lo que pasa aquí es un caso más agobiante de lo que está pasando en líneas generales en el mundo del fútbol. 

Me explico. Más allá de los problemas financieros del Valencia que son muchos y varios son ajenos a la pandemia, el negocio del fútbol está en una atmósfera de necesidad que es ajena a la realidad. Salvo un puñado de clubes que se han visto en época de bonanza por méritos deportivos y un coste de plantilla relativamente controlado, a mayor o menor escala todos se mueven en un ambiente similar.

Clubes con necesidades económicas como el Valencia CF tasan a sus principales jugadores en precios que el mercado ahora no ofrece. Guedes es uno de los ejemplos. Pero esto no es solo aquí. Muchos equipos están valorando el precio de sus jugadores en función de la cantidad que necesitan para cuadrar cuentas. Todo en un mercado en el que lo que hace falta es liquidez. Cifras que pertenecen a un mercado antes de la crisis que ha azotado al mundo del fútbol. 

Que el Valencia está 'pelado' es evidente. Está más necesitado que el resto por todo lo que arrastra, pero nadie escapa a la escasez. El Barça está tirando de coste cero, el Real Madrid no renueva a Sergio Ramos o Ángel Torres hace una subasta pública por Arambarri con el objetivo de recaudar dinero lo antes posible. 

Todo esto responde a una crisis financiera por la pandemia que los clubes quieren compensar con un dinero que no hay. No existe. Una recesión que no se ha podido acometer correctamente por la velocidad de los tiempos y que ahora ha derivado en tasaciones de jugadores fuera del mercado en el que vivimos en la actualidad. Aún así, se trata de una realidad que no esconde la lamentable gestión de Meriton en el Valencia CF.