Hoy es 9 de octubre
VALÈNCIA. Mouctar Diakhaby no quiso posar, ni sostener la pancarta pactada, ni aparecer en la fotografía oficial de la campaña "Todos contra el racismo". Se negó a figurar junto a esa pancarta en Mallorca y volvió a negarse en Mestalla. Nunca se demostró que Juan Cala le hubiera llamado "negro de mierda", pero eso es tan cierto como que el defensa sigue sosteniendo su versión de los hechos, ante los que se sintió desamparado. Diakhaby hizo lo que tenía que hacer. Primero, apoyar públicamente a Vinicius, porque no hacerlo sería ser cómplice, incluso reclamando un castigo para aquellos aficionados de su club que hubieran incurrido en ese delito de odio. Y segundo, rechazar formar parte de una foto que tiene más que ver con la arbitrariedad que con la erradicación del racismo. Ante la hipocresía, coherencia. Ante la impostura, personalidad.
Alguien debería preguntarse en este país donde nadie tiene el valor de preguntarse nada, cómo es posible que un señor que denunció haber sido víctima de racismo haya dicho "no" a figurar junto a una pancarta contra el racismo. La verdad es que Diakhaby sintió que su denuncia caía en saco roto y que, aunque algunos prometieron que no le dejarían solo, nadie le creyó y se quedó completamente solo. Con Vinicius Júnior el ruido mediático ha sido ensordecedor, los altavoces periodísticos han resonado a tope, el asunto ha llegado hasta los confines más remotos del mundo y las autoridades se han llevado las manos a la cabeza, detonando una serie de medidas, campañas y pancartas para generar conciencia social. Con Vini, ruido. Con Mouctar, silencio.
La verdad es que Diakhaby se ha sentido un 'negro de segunda'. Y que, precisamente por eso, no ha querido formar parte de este tinglado. El valencianista, con una coherencia aplastante, está convencido de que la discriminación racial no puede ni debe depender de cómo se llame la víctima, ni tampoco depender del color de la camiseta del futbolista. Habrá quien tenga la cara de hormigón armado para criticar la postura de Diakhaby. La verdad es que la postura del central y su gesto de protesta reflejan un pensamiento poco extendido entre los medios de este país. Un negro que rechaza una campaña antirracista. Un negro que está convencido de que toda esta campaña no sirve, porque atiende a motivos arbitrarios y artificiales. La culpa de que exista racismo no la tiene el negro. La tenemos nosotros. Y la culpa de que Diakhaby no quiera aparecer en una foto contra el racismo tampoco la tiene el negro. La tienen los que usan el comodín del racismo en defensa de sus intereses y no para erradicarlo de verdad.