El Valencia acaba la temporada en el puesto que le pronosticaban las finanzas

VALÈNCIA. El Valencia encontró este sábado ante el Celta la victoria que se le resistía en liga desde marzo y cerró la temporada con tres discretos puntos en Mestalla, un campo vaciado por las multitudinarias protestas contra la gestión de Peter Lim. El equipo de José Bordalás culmina así esta campaña en el noveno puesto y repite el mismo resultado que hace dos años, aunque en esta ocasión la posición obtenida va mucho más acorde a las previsiones de ingresos del club. De hecho, y según los presupuestos de los conjuntos de Primera para este curso consultados por Plaza Deportiva, el Valencia CF solo es el noveno equipo que más ingresos espera obtener por su actividad ordinaria a lo largo del recién terminado ejercicio.

Así pues, y pese a que hitos como la final de Copa podrían aumentar las ganancias reales de un club que previsiblemente no presentará sus cuentas hasta finales de 2022, la referencia económica en el inicio de la temporada eran 104,3 millones de euros en ingresos por competiciones, abonados, retransmisión de partidos y comercialización, las cuatro partidas que conforman la cifra de negocios de un equipo de fútbol. El dato era ya de entrada inferior al registrado al término de la pasada campaña, y en esta queda superado justo por las ocho escuadras que han acabado en la clasificación por delante del conjunto valenciano: Real Madrid, FC Barcelona, Atlético de Madrid, Sevilla, Betis, Real Sociedad, Villarreal y Athletic.

Los pronósticos económicos de los principales equipos de Primera se han alineado en esta ocasión, por tanto, con su desempeño definitivo sobre el verde. En el caso del Valencia, sin embargo, su previsión de ingresos ordinarios llega tras varias temporadas en las que el resultado deportivo no ha coincidido en absoluto con su músculo económico. Primero, en una campaña 2018-19 en la que, ya sin Marcelino pero con el empujón financiero de la Liga de Campeones, el equipo ingresó 167 millones de euros y solo fue noveno. Después, con una muy pobre actuación en el pasado ejercicio que dejó al conjunto che decimotercero pese a sus 106 millones de cifra de negocio. De este modo, y con una nueva temporada por delante sin competición europea, desde Mestalla se encara el drama de rebajar aún más el coste de la plantilla.

Lo reconocía el propio Bordalás en rueda de prensa hace solo unos días, ante la evidencia de que si se reducen los ingresos, como ocurre desde hace tres temporadas, los gastos también se verían mermados. De hecho, en esta campaña el Valencia es el sexto club de Primera que más dinero prevé destinar a los compromisos económicos con sus empleados, con 94,6 millones, y el grueso de ese montante se dirigirá a la plantilla del primer equipo. Con las ventas de sus principales jugadores sobre la mesa, entre ellos algunos tan relevantes para la afición como José Luis Gayà y Carlos Soler, el desafío del equipo valenciano podría pasar por mejorar su posición en liga el próximo curso con una plantilla mucho menos costosa.

Mientras, sociedades como el Betis o la Real Sociedad ya presupuestan ingresos por competición y de abonados similares o incluso superiores a los del Valencia, a la vez que en Mestalla siguen siendo más elevadas las ganancias por comercialización y publicidad, de un lado, y de retransmisión de partidos, por otro. No obstante, también para el reparto de los derechos televisivos es clave el resultado deportivo, ya que factores como la posición final en la clasificación y la implantación social del equipo en cuestión (abonos, audiencias, redes sociales…) tienen un peso importante en la división que realiza LaLiga.

En cualquier caso, los ingresos son para el Valencia una cuestión capital, puesto que en las últimas cinco temporadas ha cerrado en cuatro ocasiones con pérdidas. Solo en el curso 2018-19, el último en el que sonó el himno de la Champions League en Mestalla, se terminó con números verdes. Para esta recién concluida campaña, además, el club ha previsto pérdidas de 36 millones de euros, lo que, de nuevo, obligaría a reducir drásticamente los gastos si no se producen entradas de dinero.

Por otro lado, y en el plano más puramente deportivo, el juego del Valencia se ha caracterizado en este ejercicio por las interrupciones y la contundencia. Así lo demuestran las estadísticas de LaLiga, que a última hora de la noche del domingo situaban al conjunto de Bordalás como el equipo que más faltas ha cometido de todo el campeonato. Sus jugadores son, además, los que más amarillas han recibido (123) y también los que más han sido expulsados (8), aunque en el lado opuesto también son con diferencia los que más faltas han padecido (586). Asimismo, el otro equipo de la ciudad de Valencia, el Levante, se sitúa entre los conjuntos más duros del torneo, al ser el tercero con más cartulinas amarillas junto a Atlético y Mallorca (105) y el cuarto en faltas cometidas (550).

Elche y Levante, cara y cruz 

Pero si en la parte alta no hay apenas sorpresas con la clasificación final, en los puestos de descenso, donde los presupuestos son más ajustados, sí ha habido mayores diferencias respecto a la vertiente económica. Precisamente el Levante tenía al menos a cinco clubes por debajo en cuanto a proyecciones de ingresos para esta campaña, y en cambio ha terminado el curso penúltimo y descendido antes de la última jornada. Tras uno de sus mejores momentos recientes en términos financieros, la crisis de los granota se comenzó a fraguar al confirmarse pérdidas por 23 millones de euros al cierre del pasado ejercicio, y siguió con malos resultados deportivos al inicio de esta campaña y la destitución de Paco López como técnico.

Una situación que el Levante ha estado cerca de revertir, pero que finalmente no ha logrado voltear para empañar con el regreso a Segunda División muchas temporadas de buenos resultados económicos y deportivos. De hecho, los ingresos ordinarios del club valenciano llevaban en acenso desde hace al menos cinco ejercicios, aunque ahora queda la incógnita de lo que sucederá tras la conclusión de este. En principio, los azulgrana habían previsto para la campaña 2021-22 una cifra de negocios de 65,8 millones de euros, una cantidad mayor a la de cursos anteriores.

Sin embargo, también ha habido clubes modestos que han sacado un gran rendimiento deportivo a sus números financieros, como es el caso del Elche. Con uno de los presupuestos más contenidos de Primera (51,1 millones de euros), y a falta de conocer los de Mallorca y Rayo Vallecano, que no los publicitan de forma pública, el conjunto ilicitano afrontó las últimas jornadas del campeonato con la tranquilidad de la salvación matemática. El Villarreal, en cambio, cerró una temporada irregular con una participación larga en Liga de Campeones que seguro revierte en más ingresos de los presupuestados (138,8 millones), pero con una clasificación final en liga que solo ha alcanzado para disputar la próxima campaña la Conference League.