VALÈNCIA. (EFE).- El Valencia Basket, tras haber ganado este viernes en la pista del Araski Kutxabank en un partido atrasado de la Liga Femenina, afronta ahora dos semanas de parón que piensa aprovechar para que descansen las jugadoras pero también para rearmarse para el tramo final de la temporada.
El parón de las competiciones por las ‘ventanas FIBA’ de clasificación para el Mundial hará que el próximo encuentro del equipo de Rubén Burgos sea el próximo jueves 17 de febrero en la Liga Femenina ante el Lointek Gernika en la pista del equipo vasco.
Como España no entró en esta fase de clasificación, Burgos mantendrá el bloque de la plantilla en València para los entrenamientos aunque sí que ha sido convocada con su selección la australiana Bec Allen, que será la única jugadora que se marchará.
El plan del cuerpo técnico es dar unos días libres a la jugadoras, probablemente hasta el miércoles, aunque aquellas que tienen problemas físicos continuarán con sus tratamientos y las jugadoras que tienen menos minutos podrían realizar trabajos individuales.
A partir de ese día volverán los entrenamientos para empezar a preparar el duelo ante el Gernika pero también con la idea de preparar al equipo para citas como la Copa de la Reina o la próxima eliminatoria de la Eurocopa.