Valencia, dejen salir antes de entrar

VALENCIA. El verano es divertido futbolísticamente hablando. Una vez termina la temporada, la cual se borra de la mente de los aficionados como si nunca hubiera existido, comienza ese baile de entradas, salidas y nombres que entretienen al personal, para qué vamos a negarlo. Se regeneran las ilusiones a tanta velocidad. Basta un vídeo de un casi desconocido para que más de uno se deje llevar por el éxtasis. No es el caso por supuesto de Kostic, que no es un desconocido y sí un buen banda izquierda como demostró en Holanda y en el Stuttgart, y una apuesta muy fuerte por el jugador para hacer esa inversión de más de diez millones, si al final llegan a un acuerdo con el club alemán. 

Y, como dice ese ancestral proverbio chino, dejen salir antes de entrar. Bueno, igual lo he leído en las puertas de un tren, pero el significado es el mismo. Y aunque el plan en el Valencia, era ese, primero salir los que costaron demasiado y no rindieron nada, léase Negredo, Abdennour, Santos, Piatti, Enzo Pérez... intentar vender aparte a los que no se pensaba como Diego Alves para rebajar el nivel salarial de la plantilla y dejar algo en la "caja" del Valencia, colocar en operaciones de fichajes a Rodrigo de Paul y Orbán como se intentó con el Bolonia, y luego buscar dinero con esas salidas posibles de André Gomes o Mustafi, para fichar buenos futbolistas, Kostic, Albiol, Diawara, Camacho, Nani.., y ante la dificultad de ello, va a llegar Kostic, que ya está en Valencia capital, y alguno más próximamente. 

Queda pero que mucho verano. Más de uno espera y piensa que el Valencia fiche en el mes de agosto y fiche bien, a que fiche en junio, pague disparates por no decir "burradas" como ha pagado estos dos años, y en octubre ya estén arrepentidos. Ha habido muchos veranos que el Valencia quería dar un golpe de efecto para vender más abonos en el mes de julio y metió la pata. Es preferible fichar bien y hacerlo cuanto toque el momento que fichar mal en el mes de julio. Pero los nombres que han salido llevan cocinándose desde hace unos meses y eso es importante. De Kostic a los que vendrán después. Esto hay que hacerlo bien hecho. Hay que tener tranquilidad. Y, ahora hay un profesional que sabe lo que hace, y que desde que se fue Rufete no lo había, y así le fue al Valencia, y ese es el procedimiento, porque el margen de error es menor, y hay que tener confianza. 

Realmente la llegada de Peter Lim a todos les hizo pensar que se iba a acabar la venta de los futbolistas buenos para fichar lo que se pudiera y por lo alto además, y que se iba a acabar que cuando el Valencia no iba a jugar competición europea, ese diferencial económico de la época de Soler que cuando no se estaba en Champions, había que vender futbolistas para cuadrar el presupuesto, pues parece que eso se iba a acabar. Pero creo que no.

Cuando el Valencia pagaba sólo en intereses durante la etapa de Manuel Llorente, en esa gestión que llevó al club de los Silva, Mata y Villa al Valencia de Postiga y Pabón. Fue la consecución del expolio permamente de la plantilla para cubrir los gastos necesarios. El dueño del club ha invertido en el Valencia durante dos temporadas, más de 100 millones de euros en futbolistas. Pero ha llegado un momento en que ha dicho "hasta aquí". Lo explicó el entrenador Pako Ayestarán y también el Director Deportivo. 

Por eso, tengo la impresión de que el Valencia va a intentar vender a alguno de sus jugadores más importantes y con más caché en Europa, y más estando el gran escaparate de la Eurocopa de Francia. 

La idea que había al principio eran jugadores hechos, y a ser posible, conocedores de la Liga española. La apuesta de la Dirección Deportiva era esa. Recuerden cuando la Presidenta Lay Hoon en una rueda de prensa dijo que se habían equivocado en jugadores jóvenes, y que ahora deberían combinarlo con jugadores con oficio y más hecho. Fichar jugadores consolidades. Por eso, aunque Diawara va a ser un jugador importante y con mucho recorrido, y sólo 18 años y una temporada en la élite y en Serie A italiana, a más de uno le extrañaba esa operación en lugar de la de Camacho que tiene otro poso diferente y ya está contrastado. 

Ahora es necesario mirar con perspectiva la situación y ver que no hace muchos años, el Valencia reinaba en Europa y en 2004 era nombrado, mejor club del mundo. La clave, aparte de las señas de identidad que se tenían en esos años y se han perdido, fue el acierto en los recambios de entrenador y jugadores. Ahora, el Atlético y el Sevilla te han superado con creces y con títulos. El Sevilla tiene un modelo que le funciona y el que le hace feliz a su gente, porque encontró la estabilidad. El Valencia anda en esa búsqueda para encontrar el camino. No son alabanzas gratuitas. Con la evaluación final de esta última temporada, hay un suspenso y una herencia complicada. A ésa también llegaremos cuando se dispute la última jornada de liga de la próxima campaña y sepamos qué papel ha interpretado el Valencia en la próxima edición de la Copa del Rey. Pero, hasta ese juicio final, el director deportivo y el Valencia, tienen que confeccionar de nuevo una plantilla competitiva que le dé para luchar por entrar en Champions, y porque así lo exige una afición un poco cansada de depositar confianza en quienes mandan.