El tren de Cercanías que conecta Gandía con València es una de las infraestructuras más frecuentadas por los viajeros de la región, sobre todo, para quienes dependen a diario de este servicio y se desplazan desde sus hogares hasta sus lugares de trabajo, o viceversa. Sin embargo, durante años, la saturación de la vía única entre Cullera y Gandía ha limitado tanto la frecuencia como la calidad del servicio.
Con el objetivo de superar este obstáculo, el Ministerio de Transportes y Movilidad Sostenible ha dado un paso decisivo: la duplicación de este tramo ferroviario, tras haber obtenido la Declaración de Impacto Ambiental (DIA) favorable, publicada este miércoles en el Boletín Oficial del Estado (BOE), que allana el camino para la ejecución de una obra que promete transformar el transporte público en la zona. Según el documento publicado en el BOE, el proyecto contempla la duplicación de la vía en un tramo de 23 kilómetros, que actualmente opera en vía única, electrificada y con ancho ibérico.
El trazado estará mayoritariamente orientado hacia el lado este, mirando al mar, debido a las limitaciones geográficas y la presencia de zonas inundables en el oeste. La infraestructura requerirá la construcción de diversos viaductos, puentes y sistemas de drenaje que garanticen la seguridad y estabilidad de la línea. Uno de los puntos más complejos del proyecto es el paso por el municipio de Xeraco, donde se ha optado por mantener el tramo soterrado en vía única para minimizar el impacto en el entorno urbano y ambiental.
Otro de los aspectos clave en la evaluación ha sido la protección del medio ambiente. Para minimizar las afecciones al entorno natural, se han diseñado medidas correctoras tales como un estudio de inundabilidad detallado y el rediseño de las estructuras de drenaje especializadas, incorporando 161 obras destinadas a este fin y nueve viaductos para garantizar la correcta circulación de los cauces hídricos.
Además, el proyecto contempla la instalación de pasos de fauna y dispositivos anticolisión para aves, asegurando la preservación del ecosistema local. Se sumarán también pantallas acústicas en los tramos más sensibles y controles rigurosos para reducir la contaminación durante la fase de construcción.
Un camino administrativo largo y complejo
El proceso hasta la aprobación de la DIA no ha estado exento de obstáculos. La tramitación comenzó hace años con la inclusión del proyecto en el Estudio Informativo de la Línea Ferroviaria Valencia-Alicante, conocido como Tren de la Costa. En 2016 se sometió a información pública y, tras numerosos estudios técnicos y consultas con administraciones locales y autonómicas, el Ministerio de Transportes optó por dividir el proyecto en dos fases: la primera entre Cullera y Gandía y la segunda entre Gandía y Dénia. La complejidad del trazado y la necesidad de adaptación a criterios ambientales han retrasado su ejecución hasta ahora, pero la obtención de la DIA supone un punto de inflexión definitivo.
Pero, más allá de los aspectos técnicos y ambientales, la duplicación de la vía entre Cullera y Gandía supondrá una gran mejora en el servicio ferroviario. La ampliación de la capacidad permitirá aumentar la frecuencia de trenes, reduciendo los tiempos de espera y agilizando los desplazamientos. Para los habitantes de La Safor, esto significa una conexión más rápida y eficiente con València, beneficiando tanto a los usuarios que utilizan diariamente el tren como a los turistas que visitan la costa.
- Imagen de archivo de la concentración en 2017 a favor del Tren de la Costa -
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Próximos pasos
Además, esta actuación representa un paso clave dentro del Tren de la Costa, un ambicioso proyecto destinado a reforzar la conexión ferroviaria entre València y Alicante. Con la DIA favorable en mano, el siguiente paso será la redacción del proyecto constructivo y la posterior licitación de las obras. Aunque aún no hay una fecha oficial para el inicio de los trabajos, supone un gran paso adelante en la materialización de una infraestructura que, tras años de espera y reivindicaciones, está cada vez más cerca de convertirse en una realidad para los vecinos de La Safor.
