VALÈNCIA. Las ciudades ya no se construyen ni se piensan como antes. El cambio en los hábitos, la urgencia que marca el cambio climático y la búsqueda de mayores estándares en la calida de vida de los vecinos ha empujado a adoptar nuevos modos de organizar las urbes. Y en este cambio, la infraestructura verde ha emergido como uno de los elementos fundamentales a la hora de diseñar los espacios mientras que el patrimonio verde de las ciudades es, al mismo tiempo, uno de los objetivos a preservar. Como el caso de l'Albufera, para la que, tanto el Ayuntamiento de València como el resto de municipios del humedal, han solicitado a la Unesco su declaración como Reserva de la Biosfera.
Todo ello fue objeto de debate en la mesa redonda organizada por Valencia Plaza, en colaboración con IMEDES, donde se abordó cómo la ciudad ha evolucionado y puede evolucionar con la mejora de sus espacios verdes como la propia Albufera, el Jardín del Túria, los Viveros, el Parque Central o los cientos de parques vecinales que hay diseminados por el Cap i Casal. Además, el encuentro sirvió para poner en común acciones que permitan aplacar problemas acuciantes en la actualidad como es el cambio climático.
La cita contó con la presencia del director general de Simetría, Carlos Muñoz, y a ella acudieron el concejal de Mejora Climática de València, Carlos Mundina y el director general de la Capitalidad Verde de Valencia, Antonio García. También realizaron sus aportaciones el presidente del Colegio de Ingenieros Técnicos Agrícolas (COITACV), Emilio Martí, la doctora en Ingeniería Agrónoma de la UPV, María Vallés Planells; el director general en Discomon, José Ramón Castellar; y el CEO de Green Urban Data, Alejandro Carbonell.
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- Kike Taberner
El primero en intervenir para abrir la jornada fue el director general de Simetría, Carlos Muñoz, quien subrayó la influencia de la infraestructura verde en la reducción del efecto isla de calor, con diferencias de temperatura que pueden oscilar entre 2 y 8 grados. "En las horas centrales del día, la diferencia en los pavimentos puede alcanzar hasta 30 grados", afirmó. Para paliar este impacto, destacó que la compañía está implementando el uso de mezclas asfálticas a baja temperatura, reduciendo el consumo energético y las emisiones. "Estamos trabajando con el Ayuntamiento de Valencia en una aplicación que reduzca la capacidad de absorción y emisión de temperatura en las mezclas", explicó, para destacar que se está introduciendo material reciclado en más del 50% de estas mezclas, lo que supone un avance en sostenibilidad.
Por su parte, la doctora en Ingeniería Agrónoma de la UPV, María Vallés Planells, destacó como uno de los principales retos en la ciudad de València la "falta de espacio" para crear nuevos espacios ajardinados "tanto a nivel de superficie como por debajo". Aun así, destacó que sí "se están renaturalizando espacios urbanos" y se están "utilizando" actuaciones de regeneración urbana para mejorar las infraestructuras verdes. En ese sentido, destacó a necesidad de renaturalizar espacios urbanos y utilizar especies vegetales adaptadas al clima cambiante. "Tenemos que creernos los beneficios sobre la salud, tanto en confort térmico como en salud mental y física", explicó. Además, puso sobre la mesa la importancia de intervenir en los patios escolares, espacios donde la vegetación podría mejorar el bienestar y la capacidad de concentración de los niños. "En Valencia este tema no está desarrollado y es una oportunidad", afirmó.
El presidente del Colegio de Ingenieros Técnicos Agrícolas (COITACV), Emilio Martí, insistió en que Valencia debe tener como objetivo aumentar la conectividad entre espacios verdes. "No pueden quedar aislados; es esencial crear corredores verdes para favorecer la biodiversidad y la movilidad sostenible", comentó. Y dijo que esta conexión ha de hacerse pero "no solo entre espacios verdes de dentro de la ciudad sino también con los de fuera", citando la conexión con la Sierra Calderona, El Saler y l'Albufera como ejemplos de pulmones verdes que rodean la ciudad, que podría, entre otras cosas, "facilitar la movilidad sostenible". Además, frente a "la falta de espacio para infraestructura verde" que había comentado Vallés, Martí instó a tomarla como "una oportunidad" y abogó por fomentar jardines verticales y cubiertas ajardinadas como soluciones innovadoras en una ciudad con limitaciones de espacio. "Muchas veces se piensa solo en árboles, pero las especies arbustivas y herbáceas también contribuyen a mejorar la biodiversidad y la sensación de estar en un ambiente natural", subrayó.
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En sus intervenciones, el director general de la Capitalidad Verde de Valencia, Antonio García, resaltó que la ciudad "ha sido verde, es verde y el reto es ser todavía más verde" y explicó que la estrategia no solo pasa por parques y jardines, sino por "políticas verdes" pero también "azules" -en referencia a la gestión del agua- y con medidas que incluyen también aspectos como la reducción del ruido. Con todo, y pese a reconocer que la ciudad cuenta "con una buena infraestructura verde", la intención ha de ser "ganar más espacio para el ciudadano", y señaló actuaciones como la ampliación del parque lineal del Turia. "Vamos a ganar más de 100.000 metros cuadrados de zonas verdes", anunció, para señalar también que la adecuación de espacios existentes es clave: "No solo se trata de generar nuevas áreas verdes, sino de mejorar y conectar las que ya tenemos", dijo, y apuntó a un ejemplo como el jardín de Viveros, que está separado del bulevar de Blasco Ibáñez por una calle. Pero más allá de actuaciones concretas, García quiso poner de relieve la transversalidad de estas políticas, que incumben a "todas las áreas del Ayuntamiento".
Uno de los espacios verdes más reconocidos de la ciudad es l'Albufera. Por ello, el concejal de Mejora Climática de València, Carlos Mundina, centró su intervención en la importancia de su declaración como Reserva de la Biosfera, que ya se había planteado en el pasado, pero en aquel momento no prosperó: "Se habló hace varios años, pero se quedó ahí", dijo, para afear los "personalismos y egos que impidieron llevar a cabo el proyecto, que es más necesario que nunca con la Dana". En este sentido, calificó al parque natural como "la joya de la corona de València en cuanto a medioambiente y biodiversidad" y subrayó la necesidad de contar con la implicación de todos los sectores: "Pescadores, agricultores, hosteleros, ecologistas...". Mundina destacó la labor de la alcaldesa en la reactivación del proyecto, que consideró crucial: "Es más necesaria que nunca porque es un ecosistema con tantas connotaciones... Hay tantos actores, tantos estamentos de gestión (locales, autonómico, estatal) que tienen una parte de capacidad de determinar o influir en l'Albufera, que es más necesaria esta norma superior que regule ese espacio único y pongamos los mimbres para preservarla de cara al futuro".
Así, aunque reconoció que el espacio "está mejor de lo que estaba a finales de los 70 y 80, a base de ir cortando aportes de aguas residuales y contaminadas", también lamentó que "se ha reducido la aportación de la Acequia Real del Júcar". Por ello, dijo que el humedal está "sometido a tantas tensiones políticas como medioambientales". Entre ellas, mencionó la escasez de agua debido a los prolongados periodos de sequía y la necesidad de establecer un marco regulador que implique a todas las administraciones: "Por todo ello es tan necesaria esa declaración, para poder crear ese marco donde estemos todas las administraciones sometidas y donde todos tengamos ese compromiso de contribuir en la parte que nos corresponde".
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Por otro lado, el director general en Discomon, José Ramón Castellar, insistió en que si se quiere buscar la "calidad" en las infraestructuras verdes y las actuaciones que se lleven a cabo, hay que ser "exigentes con las mediciones". Castellar centró parte de su intervención en las soluciones que su compañía está implementando para hacer frente a diversos problemas. En el ámbito de la movilidad sostenible, subrayó la necesidad de priorizar al peatón y mejorar la convivencia entre diferentes medios de transporte. "El conflicto entre bicicleta, patinete y peatón debe resolverse", indicó, para focalizarse en que en la actualidad "hay un conflicto" entre la bicicleta y los patinetes con el peatón pese a que "la primera base de la movilidad es ir a pie". Por ello, destacó algunas soluciones como la instalación de "pasos inteligentes" que priorizan a los peatones. Así, aunque apoyó la extensión de los carriles bici, destacó que "ahora vamos entendiendo que todos los modos de movilidad pueden estar juntos pero no revueltos".
El CEO de Green Urban Data, Alejandro Carbonell, convino con Castellar en la importancia de medir el impacto de las infraestructuras verdes para justificar las decisiones de los gestores públicos, aspecto en el que trabaja su compañía: "Intentamos ofrecer datos que ayudden en la toma de decisiones". Así, dijo que "más que hablar de árboles por habitante, deberíamos hablar de cobertura por habitante", sugirió, para continuar abogando por aumentar la biodiversidad y mejorar la conectividad entre los diferentes espacios. Aunque admitió que son actuaciones a largo plazo: "La cobertura nos la dará el patrimonio arbóreo que plantemos ahora". Por lo que insistió en que "el (patrimonio) que tenemos ahora es el que tenemos que trabajar mejor". Además, planteó que la ciudadanía ha entendido más las políticas verdes en materia de residuos (reciclaje) o movilidad, pero cuesta más "en disciplinas cuyo mantenimiento vale tanto" como son los parques y jardines. "La ciudadanía es ajena a ello y no valora el trabajo necesario para mantenerlo, por lo que hay que hacer mucha pedagogía y aportarle un valor", aseguró.
El director general de Simetría estuvo de acuerdo en que "lo verde es caro" tanto para la administración como para el ciudadano pero fue contundente al señalar que "el coste-beneficio está perfectamente justificado" y por ello instó a "educar y formar mucho". A su juicio, "hay que formar" a la ciudadanía porque ha de salir "de su zona de confort" pero "no hay que imponer". Vallés explicó, al respecto, que "lo caro" de las "soluciones verdes" no es "la vegetación" sino "la obra civil y el mantenimiento", y opinó que dichas soluciones "no son caras para los beneficios que aportan". Por ello, sí instó a buscar especies que "tengan un mantenimiento bajo" y que los nuevos espacios verdes sean "más naturales". "Hay que hacer entender de que la vegetación no es lo más caro, sino que puede ser más barato que otras soluciones duras", apuntó.
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En cuanto a la concienciación, García aseguró que el Ayuntamiento ha dado formación a los guías turísticos "para que expliquen, por ejemplo, los beneficios del antiguo cauce del Túria" y se están llevando a cabo acciones de concienciación con jóvenes: "Estamos llevando a alumnos de 130 colegios para que sepan que hay espacios verdes como ese" pero también otras actuaciones como el cultivo de miel, que se está implementando en 28 azoteas de la ciudad. Precisamente en materia de educación ambiental, Castellar destacó la importancia de involucrar a los niños en esta cultura ambiental: "Si les damos una práctica constante en lo medioambiental, formarán también a sus padres". Y apostó por "llevar la tecnología a la calle", pero siempre "viendo lo que se necesita en cada caso". Así, mencionó proyectos tecnológicos de como el "solmáforo", que mide la radiación solar para que las personas sepan qué tipo de protección solar necesitan, y sensores de ruido para concienciar sin necesidad de multar.
Por otra parte, en cuanto a la gestión del agua, el director de la Capitalidad Verde de Valencia señaló que este año se han invertido 14 millones de euros en saneamiento, mientras que Martí defendió soluciones de "obra blanda" para mejorar la permeabilidad del suelo y reducir los efectos de fenómenos como las Danas. "Cuanto más permeabilizadas estén las superficies, mejor", sentenció. Y Muñoz, por su parte, señaló que es importante no mezclar aguas de escorrentía con aguas residuales y reducir el pavimento en parques para mejorar la absorción del agua. Además, se puso sobre la mesa la prevención de incendios y Castellar explicó que su compañía ha empezado a implantar sensores y cámaras para detectar incendios en fase temprana. "Este año evitamos dos incendios en la Calderona", comentó, mientras que Martí propuso la "pirojardinería" como estrategia para crear paisajes más resistentes al fuego. En la ciudad de València, por ejemplo, Garcia señaló que el consistorio ha instalado cañones de agua en la Devesa "para mejorar la protección".