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El expresidente de la Diputación de Castellón sigue difundiendo su pasión por la filosofía

José Martí: "En las encuestas los políticos son un problema; eso nos tendría que hacer reflexionar

CASTELLÓ. Pese a los años que lleva vistiéndose de pensador, de fraile o de ilustrador clásico, sigue sorprendiendo ver a José Martí enfundarse la túnica y la peluca para dar una charla con la que intentar acercar a la calle los conocimientos de la filosofía. Así lo ha hecho recientemente en el Menador, desde donde reivindicó, en este caso, la figura de Emmanuel Kant. Profesor y político, político y profesor. Es difícil concretar qué va primero en su caso.

Cuando finalice la legislatura Martí acumulará dos décadas como alcalde de Sueras y, todavía hoy continúa dando clase en el IES Penyagolosa de Castelló, centro del que ha sido su director durante más de 20 años. Ha dirigido la Asociación de Directores de Institutos de Educación Secundaria de Castellón y presidió la Diputación provincial desde 2019 a 2023. El día que tomó posesión de su cargo en el Palacio de las Aulas ya lo advirtió en su discurso: "Hoy llega a la Diputación un profesor de filosofía, alcalde de un pueblo de interior y socialista, socialdemócrata: ¡Danger!", pero sus intentos para que el diálogo y los consensos marcaran la hoja de ruta de su mandato no dieron el resultado que deseaba.

No tiene muy claro si conseguirá que alguien continúe su legado de lucha por popularizar la filosofía, pero la intención de Martí es seguir trabajando para concienciar de la importancia de darle el sitio que merece en el día a día. Apunta que a sus alumnos les pregunta, de broma, si hay algún influencer filósofo, "porque quizá esa sería la solución". Su próxima cita será en unas semanas en la UNED de Vila-real, donde subirá al estrado al fraile dominico Francisco de Vitoria.

-¿De dónde surge la idea de disfrazarse de filósofo para dar conferencias?
-Todo comenzó en el instituto. Siempre he estado preocupado por llevar la filosofía a la calle y que sea algo cercano porque, en realidad, ese es su verdadero sentido. Ya en esa época busqué formas didácticas y de metodología para aproximarme a los alumnos y ese es el origen de lo que vino después. Como yo en Sueras he hecho teatro, pensé que podía ser un elemento interesante para concitar la atención de los alumnos y que, en lugar de dar la clase el profesor, lo hiciera el filósofo in person. La iniciativa tuvo bastante éxito porque, en el aula, todo lo que suponga romper la rutina suele captar la atención de los chavales. Empecé haciendo de Platón, con túnica y barbas, y luego seguí con Kant.

-Pero el repertorio fue ampliándose con el tiempo, ¿no?
-Si. Luego amplié el repertorio pero no ya en el centro educativo, sino en asociaciones culturales, en la UNED o en residencias para adultos. La propuesta de dar este tipo de conferencias también me ha servido mucho, a mí, para aprender. Por ejemplo, en el Aula Isabel Ferrer me invitaron a dar charlas y escogí a un pensador del siglo XVI, otro del XVII y un tercero del XVIII. Elegí a Fray Bartolomé de las Casas, un personaje interesantísimo como defensor de los indios; a Baltasar Gracián y a Gregori Mayans i Císcar. Este último fue una sorpresa porque no lo conocía en profundidad y desde entonces he intentado difundir su trabajo y el del grupo al que pertenecía, els novators.

-Hace muy poco se le pudo ver y escuchar en el edificio del Menador de Castelló.
-María Teresa Calderón, compañera mía y persona muy ligada al Ateneo de Castellón, siempre comenta que yo soy el continuador de su labor, que por cierto fue muy importante, y gracias a ella di recientemente esa charla sobre Kant.

-¿Tiene alguna conferencia más agendada en breve?
-Este enero visitaré la UNED para viajar hasta el siglo XVI, que fue una época en España muy interesante gracias a la Escuela de Salamanca, en su día centro de la intelectualidad del mundo. Recuperaré a Francisco de Vitoria, un gran pensador y padre del Derecho Internacional, y para ello me vestiré de fraile dominico. En la UNED hay un grupo de personas, responsables de las conocidas como Conferencias Blancas, y la verdad es que con ellos trabajo muy a gusto.

-¿Qué pueden hacer los profesores ante el escaso índice de popularidad que tiene la filosofía sobre todo entre los jóvenes?
-Académicamente estamos bastante bien, porque gracias a la ley actual contamos con Filosofía como asignatura obligatoria en primero de Bachillerato y ahora también en segundo. Además, hay otra asignatura en cuarto de la ESO como optativa, aunque como tiene muchos competidores no la elige mucha gente. Pero, aún así, podemos decir que en los institutos no estamos mal del todo.

"Con tanto líder de opinión que da su parecer sin fundamento, los filósofos tenemos que estar más presentes en el día a día"

-¿Cómo se puede revertir ese casi nulo interés de los alumnos por la filosofía un profesor?
-Yo intento que, tanto la filosofía como los filósofos, estén más presentes en la sociedad. Con tanto líder de opinión que da su parecer sin mucho fundamento, creo firmemente que en el día a día social y cultural los y las filósofas tendríamos que estar más presentes.

-Es curioso lo mucho que se emplea la palabra filosofía en términos deportivos, económicos o laborales. Se puede encontrar en titulares de periódicos y declaraciones de personas que tienen un altavoz en los medios de comunicación, pero eso no le da popularidad a la materia.
-Así es. La palabra como tal se utiliza en muchos ámbitos, pero escasea su presencia real. Vivimos en una sociedad de frases cortas y de tuits en la que no se da una reflexión meditada, tranquila o razonada, y eso hace que apenas haya predicamento del mensaje filosófico. A veces les pregunto a mis alumnos si hay algún influencer que sea filósofo… esa sería una solución.

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