VALÈNCIA. València avanza en la tramitación de muchos de los proyectos urbanísticos que tenía pendientes e inicia la puesta en marcha de nuevos. Unos movimientos que no solo supondrán culminar partes inacabadas de la ciudad, sino generar nuevas áreas urbanas con dotaciones públicas y parques verdes, pero, sobre todo, el lanzamiento de nueva vivienda al mercado. Promociones más que necesarias en este momento, en el que la alta demanda está tensionando una oferta que lleva años a la baja, impidiendo el acceso de muchos valencianos a una casa. En cualquier caso, el desarrollo de muchas de estas actuaciones no será inmediata, es más, la mayoría precisa aún de unos años para su culminación, pero implica el primer paso para activar la maquinaria.
Así, sectores como el polémico PAI de Benimaclet, la zona del antiguo circuito de Fórmula 1 o áreas más pequeñas como la culminación de San Marcelino o la antigua Sociópolis en el barrio de La Torre son solo algunos de los ámbitos que están en marcha y que permitirán vertebrar aún más el 'Cap i Casal'. Proyectos que, eso sí, cada uno se encuentra en una fase diferente, pero que evidencian que la ciudad encara un cambio en su morfología que le arrastra hacia un nuevo futuro.
El último sector en el que se ha producido un importante hito ha sido el PAI del Grao, el plan urbanístico en los terrenos de la extinta Fórmula 1. Un ámbito cuya urbanización iba a acometer la empresa pública Aumsa, con el anterior gobierno municipal de Compromís y PSPV, pero que ha cambiado de manos por decisión del nuevo equipo de gobierno del PP y Vox, por lo que su gestión ha pasado a los propietarios del suelo: la sociedad Valere Reoco SL. Esta mercantil está formada por el grupo empresarial Atitlan junto a sus socios del fondo británico Hayfin Capital. Juntos suman más del 51% de los terrenos, lo que les permite erigirse como agentes urbanizadores, de acuerdo con la Ley valenciana de Ordenación del Territorio, Urbanismo y Paisaje (LOTUP).
Ahora, la sociedad tiene tres meses para remitir la documentación al consistorio y convertirse de facto en el gestor de este ámbito. A partir de entonces, deberá diseñar un nuevo planeamiento en base al Plan General de Ordenación Urbana de València (PGOU) y empezar con el trámite administrativo para desarrollar esta antigua zona industrial de 380.000 metros cuadrados, que conectará el mar con la ciudad a través del paseo de la Alameda y que contempla, por tanto, el soterramiento de las vías ferroviarias de Serrería, que actualmente están en superficie.