ALICANTE. El presidente de Murcia, Fernando López Miras, llegó este lunes como invitado de honor al pleno de la Asociación Valenciana de Empresarios (AVE) con dos objetivos claros: seducir a las principales empresas de la Comunitat Valenciana (los asociados de AVE aportan el 60% de la facturación empresarial de la autonomía) con su política económica, y echar un capote a su compañero de partido, Carlos Mazón, cuyo feeling con el lobby empresarial valenciano es manifiestamente mejorable.
Para lograr el segundo objetivo, López Miras (encomiásticamente alabado por el presidente de AVE, Vicente Boluda, en su presentación) citó hasta en media docena de ocasiones al candidato del PPCV a la Generalitat, en una suerte de mecanismo 'espejo' para que Mazón aparezca ante los principales empresarios de la Comunitat Valenciana como la versión alicantina del presidente murciano. Y para el primero, no solo se deshizo en elogios hacia el empresariado con un Juan Roig muy protagonista (tras las críticas de la rama podemita del Gobierno), sino que tiró de cifras para demostrar que Murcia es un territorio "amigable" para invertir, y directamente les abrió la puerta de su Región.