Opinión

El mayor portacontenedores del mundo, el MSC Pamela

¿Es el movimiento 'Democracia Real Ya' nuestro particular Tea Party?

VALENCIA. Hola, por fin se mueve algo en una España adormecida pese a la situación en la que se vive. Pérez Reverte con razón no se explica porqué no pasaba algo en un país en el que no cabe un tonto más. Quizá haya una pequeña vía de agua en este inmovilismo en razón del movimiento -o cómo llamarlo- www.democraciarealya.com que en un país centralista como España, ha generado noticias en la Puerta del Sol, si bien está presente en toda España. Si no estuviera en Alemania, me iría a ver qué se respira en Valencia.

Me interesan porque nacen y se reproducen en internet, a partir de la web y del manifiesto al que se puede acceder aquí. Creo haberles seguido de cerca gracias al Twitter de mi amigo Carlos Sanchez Almeida. Me interesan, entre otras cosas, porque inicialmente están en contra de los medios clásicos, como parte más de los problemas del sistema. Me interesan -o interesaban- porque son antisistema, pese a que en modo alguno eran o parecían ser "antisistema".

Ver las imágenes (aquí) ciertamente alegra, pero también creo que a algunos ilusionados iniciales nos genera cierto escepticismo. Me temo que se empieza a manipular y dirigir este movimiento que quizá alguna vez fue espontáneo. Aunque también sería posible que sean los medios clásicos los que empiecen a transmitir estas ideas.

Parten de un manifiesto en general suscribible por cualquiera, al menos por quien esto escribe. Ahí se recogen valores y derechos constitucionales, al tiempo que el malestar generalizado en España con lo que con acierto se denomina "dictadura partitocrática" y la casta política.

Diferente del manifiesto es  lo que se ve y se oye en las calles (ya sea en directo o a través de los medios). Es un fenómeno interesante. A mi juicio, se ha dado un fenómeno interesante, un movimiento bastante aburguesado en internet, se proyecta en la vida real -off line- en un movimiento aparentemente bastante de izquierdas.

Creo que este movimiento parte de jóvenes y no tan jóvenes aburguesados habituados a la red. Y a este perfil de personas no nos  gusta salir a la calle, y no generamos noticias cuando lo hacemos. Activos en la red, aburridos en la calle. De hecho, hasta ahora las manifestaciones o apariciones reales de quienes se mueven en la red habían sido bastante discretas y no generaban noticias salvo  cuando se ponen unas interesantes máscaras de anónimos.

El caldo de cultivo, el hartazgo con nuestros políticos y sus privilegios es transversal, va de la extrema izquierda a la extrema derecha en España. Y muchos nos quedamos en medio. Es más, aunque digan que es una exageración, creo que se puede comparar con los movimientos árabes. Me permito aconsejar la excelente reflexión de Gil Calvo comparando aquellos régimenes con nuestras mejorables democracias. Aquí también hay hartazgo con un régimen atascado y ensimismado.

Deberían aprovecharse estas energías para mejorar el sistema, pero no para capitalizar políticas de izquierdas que no son nada transversales. Y eso es lo que creo que está sucediendo. Me da miedo que otros acaparen luego este movimiento. Y ya han empezado a intentarlo. Luego algunos se quejarán -o nos quejaremos- de que este movimiento tome formas que no nos gustan.

Posiblemente esto no sea nada nuevo. Los movimientos transversales son acogidos, a veces secuestrados por sectores más extremos y beligerantes que siguen sabiendo cómo ganar la calle y cómo jugar con los medios de comunicación clásicos. No obstante, si el movimiento se hace verdadera carne social, no podrá ser manipulado ni por medios, ni por partidos ni por unos cabecillas sin escrúpulos.

Qué pena que el centro derecha en España no sepa capitalizar un movimiento de este tipo y arrimarlo hacia su ascua. Por el contrario, parecen sumarse al carro de los que empiezan a tildarlos de antisistema violentos.

No han entendido nada. Esto nace y se desarrolla en internet. No morirá en internet, aunque lo maten en la calle. Acogerá nuevas formas y esta energía de mejora del sistema político no podrá ser secuestrada en la red. Estoy convencido de ello, quizá de forma ingenua. Ya veremos dónde queda, puesto que se ha conseguido que hablen de ellos y sólo es un primer paso. Habrá más después de las elecciones.

El Tea Party americano, realmente poderoso y participativo, parte de un cansancio hacia los políticos, aunque también de algo políticamente relevante, el 'no' al gasto público. Más allá del contenido político, el éxito del Tea Party es que nace y está en la red. Internet es su lugar natural, su fuerza. No la calle. Espero que siga también en la red este otro movimiento de internet como su lugar natural. Seguiremos a la expectativa.

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Hola, por fin se mueve algo en una España adormecida pese a la situación en la que se vive. Pérez Reverte, con razón no se explica porqué no pasaba algo en un país en el que no cabe un tonto más. Quizá haya una pequeña vía de agua en este inmovilismo en razón del movimiento -o cómo llamarlo- www.democraciarealya.com que en un país centralista como España, ha generado noticias en la Puerta del Sol, si bien está presente en toda España. Si no estuviera en Alemania, me iría a ver qué se respira en Valencia.

Me interesan porque nacen y se reproducen en internet, a partir de la web y del manifiesto al que se puede acceder aquí. Creo haberles seguido de cerca gracias al Twitter de mi amigo Carlos Sanchez Almeida , muy vinculado al movimiento en internet contra la Ley Sinde. Me interesan, entre otras cosas, porque inicialmente están en contra de los medios clásicos, como parte más de los problemas del sistema. Me interesan -o interesaban- porque son anti sistema, pese a que en modo alguno eran o parecían ser "antisistema".

Ver las imágenes (aquí) ciertamente alegra, pero también creo que a algunos ilusionados iniciales nos genera cierto escepticismo. Me temo que se empieza a manipular y dirigir este movimiento que quizá alguna vez fue espontáneo. También es posible que sean los medios clásicos los que empiecen a transmitir estas ideas.

Parten de un manifiesto en general suscribible por cualquiera, al menos por quien esto escribe. Ahí se recogen valores y derechos constitucionales, al tiempo que el malestar generalizado en España con lo que con acierto se denomina "dictadura partitocrática" y la casta política. Diferente del manifiesto es  lo que se ve y se oye en las calles (ya sea en directo o a través de los medios). A mi juicio, se ha dado un fenómeno interesante, un movimiento bastante aburguesado en internet, se proyecta en la vida real -off line- en otra cosa bien diferente y con un tono bastante de izquierdas.

Creo que este movimiento parte -o partía- de jóvenes y no tan jóvenes aburguesados habituados a la red. Y a este perfil de personas no nos  gusta salir a la calle, y no generamos noticias cuando lo hacemos. Activos en la red, aburridos en la calle. De hecho, hasta ahora las manifestaciones o apariciones reales de quienes se mueven en la red habían sido bastante discretas y no generaban noticias salvo  cuando se ponen unas interesantes máscaras de anónimos.

El caldo de cultivo, el hartazgo con nuestros políticos y sus privilegios es transversal, va de la extrema izquierda a la extrema derecha en España. Y muchos nos quedamos en medio. Es más, aunque digan que es una exageración, creo que se puede hacer un paralelismo con los movimientos árabes. Me permito aconsejar la excelente reflexión de Gil Calvo comparando aquellos régimenes con nuestras mejorables democracias. Aquí también hay hartazgo con un régimen atascado y ensimismado y, sobre todo, distanciado de la población.

Deberían aprovecharse estas energías para mejorar el sistema, pero no para capitalizar políticas de izquierdas que no son nada transversales. Y eso es lo que creo que está sucediendo. Me da miedo que otros acaparen luego este movimiento. Y ya han empezado a intentarlo, o quizá ya lo han logrado. Luego algunos se quejarán -o nos quejaremos- de que este movimiento tome formas que no nos gustan.

Posiblemente esto no sea nada nuevo. Los movimientos transversales son acogidos, a veces secuestrados, por sectores más extremos y beligerantes que siguen sabiendo cómo ganar la calle y cómo jugar con los medios de comunicación clásicos. No obstante, si el movimiento se hace verdadera carne social, no podrá ser manipulado ni por medios, ni por partidos ni por unos cabecillas sin escrúpulos.

Qué pena que el centro derecha en España no sepa capitalizar un movimiento de este tipo y arrimar la sardina hacia su ascua. Por el contrario, parecen sumarse al carro de los que empiezan a tildarlos de antisistema violentos o izquierda extrema. Quizá esto es lo que se ve en la calle, pero no lo que se siente en la red.

No han entendido nada. Esto nace y se desarrolla en internet. No morirá en internet, aunque lo maten en la calle. Acogerá nuevas formas y esta energía de mejora del sistema político no podrá ser secuestrada en la red, como parece que lo ha sido en el mundo real. Estoy convencido de ello, quizá de forma ingenua.

Ya veremos dónde queda, puesto que se ha conseguido que hablen de ellos y sólo es un primer paso. Habrá más después de las elecciones.

El Tea Party americano, realmente poderoso y participativo, parte de un cansancio con los políticos, aunque también de algo políticamente relevante, el NO al gasto público. Justo lo contrario de la forma que ha tomado este movimiento en la calle. Más allá del contenido político, el éxito del Tea Party es que nace y está en la red. Internet es su lugar natural, su fuerza. No la calle.

Espero que siga también en la red este otro movimiento de internet como su lugar natural, ahí resistirá las divisiones, reorientaciones y canalizaciones hacia fines comunes.  Seguiremos a la expectativa.
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(*) Lorenzo Cotino Hueso es profesor titular del Departamento de Derecho Constitucional de la Universitat de Valencia

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